Orwell, George: 1984.

Novela con estilo "futurista", por la época en la que fue escrita. Su autor falleció en 1950 y supo vislumbrar algunos rasgos de una sociedad en la que el poder político tiene la capacidad de un control totalitario sobre la población. Su capacidad para deformar la historia, le lleva a que la realidad sea cambiante, pues modifican los documentos que pudieran indicar otra cosa. Es una lúcida visión de la ausencia de límites a los que un poder totalitario puede llegar. Ayuda a entender lo que intentaron los sistemas totalitarios del siglo XX. La raíz está en la ausencia de libertad en su sentido más pleno: dominio del lenguaje, de los medios de comunicación, de lo que está bien o mal; ausencia de libertad religiosa -la única verdad segura es lo que afirma el estado. La destrucción de la familia es clave para romper cualquier vínculo en el que el amor sea superior al miedo. Una gran masa prefiere no complicarse la vida y sobrevivir en el sentido más ramplón del término. Es una novela dura: desde la tortura a la sexualidad. Tiene pasajes que hieren la sensibilidad del lector. Ayuda a comprender a dónde lleva el relativismo. Se busca evitar el pensamiento propio, a cambio de un relativismo en casi todos los temas. No hay verdades absolutas, pero el Partido sí tiene la verdad absoluta, nadie puede discutir. Destruir el lenguaje es eficaz para dificultar el pensamiento y buscar caminos para acercarse a la verdad.