Sánchez Adalid, Jesús: Treinta doblones de oro.




Cayetano es un joven andaluz de la segunda mitad siglo XVII que se traslada a vivir a Sevilla y entra como contable en una casa noble, al servicio de don Manuel de Paredes, un hidalgo que pronto se descubrirá que vive arruinado. Tanto él como su esposa, Matilda, cuidan las formas externas con esmero. Vive con ellos el administrador y una joven llamada Fernanda. Cuando Cayetano descubre la situación, ya es tarde para irse; se ha enamorado de Fernanda quien poco más adelante se verá que es hija ilegítima de don Manuel. Éste individuo es también hijo ilegítimo, pero reconocido, como ha hecho los otros cinco más que ha tenido. Viendo que su vida se acerca al final reclama la posible herencia que le haya dejado su padre, que resulta ser unas posesiones en Canarias. Sevilla ha perdido el esplendor que tuvo y es ahora Cádiz la ciudad que canaliza el tráfico marítimo que en su día dio riqueza a la ciudad del Guadalquivir. Decididos a trasladarse a Canarias, tienen que aprovechar la salida de una flota con destino a América, que recala en Canarias. No es fácil lograr una plaza para ese viaje. Consiguen ir en una embarcación que lleva una cierta protección de los galeones; su barco tiene que hacer una breve escala en una posesión española en la costa africana, La Mamora; allí hay una guarnición española que debe ser abastecida. Tras desembarcar logran sobrevivir como pueden hasta que lleguen barcos españoles allí. Pero una expedición dirigida desde Mequinez, población del interior, a tres jornadas de la costa, en la que el sultán vive del dinero obtenido de los rescates o en pago por los esclavos a la venta. Para entonces sobreviven Matilda, Cayetano y Fernanda, más un niño que han adoptado de hecho para evitar que acabe malviviendo. Una forma de sobrevivir es aparentar ser una familia; de esa forma el respeto a las mujeres está más asegurado. Cayetano descubre que allí casi toda la población vive de este mercado humano. Ellos como son un buen partido económico son alojados en una casa como si fueran huéspedes. La amistad con un fraile hospitalario le permite a Cayetano conocer la realidad de la situación. Tras lograr salvar la imagen del Cristo que actualmente es conocida como el Cristo de Medinaceli, por el que tendrán que pagar treinta doblones de oro, logran regresar a España. El rescate pagado por los mercedarios y la habilidad para evitar más intermediarios, ha hecho posible su regreso a España. Allí morirán como esclavos o a causa de la miseria miles de personas que no han tenido esa fortuna. Sánchez Adalid adjunta la bibliografía histórica que ha usado, e incluye un capítulo en el que trata de sintetiza el siglo XVII en España y la veracidad de la figura del Cristo de Medinaceli. Los mapas, pocos pero claros, que acompañan al texto son una gran ayuda.

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