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Mostrando entradas de febrero, 2020

Wohl, Louis de: Corazón inquieto.

Biografía novelada de san Agustín. Nació en Tagaste, población del Imperio Romano que actualmente es territorio argelino. Su madre era cristiana y su padre pagano. Pronto aprendió lo que podían enseñarle en su población natal y pasó a ser conocido, más que por sus conocimientos por el liderazgo que ejercía con unos amigos con los que realizaba hurtos y atemorizaba a parte de la población. Su insaciable afán de saber le lleva trasladarse a vivir a Cartago; allí además de estudiar vivió con una mujer que le dio un hijo, Adeodato; contacta con los maniqueos y se convierte en férreo partidario de esa corriente filosófica que trata de ahogar el cristianismo; regresa a Tagaste y vive en casa de un benefactor, pues su madre no le admite en casa. Más adelante si lo hace, aunque Agustín se va a Roma dejando a su madre desconsolada en el norte de África. Tras su paso por Roma, obtiene con la ayuda de un amigo plaza para impartir clases en Milán, en donde está de obispo Ambrosio, años más tarde

Rojas Estapé, M.: Cómo hacer que te pasen cosas buenas.

La autora es psiquiatra con varios años de experiencia y ayuda en zonas y situaciones duras, lo que es importante por la tarea que desarrolló y por la experiencia vital que se logra. En este libro, su tesis central es aprender a gestionar las emociones, procurando lograr un equilibrio vital, superadas si las hubiera, heridas del pasado y mirando con ilusión al futuro. Quien mira con ilusión al futuro, es probable que tenga una actitud vital positiva. No siempre es una cuestión de querer hacerlo o no; a veces se precisa superar situaciones actuales o pasadas que no permiten esa mirada. Es un libro ameno y bien pensado; los capítulos están ordenados, los ejemplos abundantes, algunas frases pueden servir cómo indicadores de una ruta a seguir. Con frecuencia señala las sustancias cerebrales que actúan positiva o negativamente y cómo el organismo las genera. Apenas hable de medicación, pues es un libro dirigido al gran público, pero se nota que la autora, junto a la medicación, si proced

Montiel, Jesús: Sucederá la flor.

 Palpitando el dolor y la confianza, el autor narra en primera persona la leucemia que padece un hijo de apenas dos años. El autor verá una sala con quince niños en situación similar y resume en breves palabras la sensación que siente: el dolor sólo lo entienden los tontos; es un misterio que no es posible racionalizar. Relata en breves páginas esta dolorosa experiencia y lo que ha supuesto para él y su familia: su esposa, su padre… Se centra en lo aprendido, acompañando y cuidando al niño. Un misterio que puede recibir alguna luz y esperanza por el amor y el tiempo esperanzado. Texto fragmentario; conjuga las descripciones con breves comentarios que el lector lee con respeto, pues el dolor de los inocentes es de los más difíciles de asimilar. Su autor, al acabar bien el proceso, ha crecido interiormente. Sin sentirse capaz de juzgar a nadie, se da cuenta que le ha supuesto un proceso de abandono. Muy bien escrito y breve por lo que el lector se hace cargo pronto de los rasgos esencia

Méndiz, Alfredo: Salvador Canals.

El epígrafe dice: una biografía, y así lo es por el rigor histórico y por las fuentes a las que accede el autor. Méndiz es doctor en historia y autor de varias publicaciones; este no es su primer trabajo. Narra en las primeras páginas el tronco familiar del que procede el biografiado, tanto por vía paterna como materna. Salvador Canals nació en Valencia (España) el 3 de diciembre de 1920. Su padre era ingeniero, y su abuelo paterno un político de relieve, colaborador de Antonio Maura, líder del partido conservador. La infancia de Canals la pasó en Reinosa, localidad asturiana del norte de España. Su abuelo materno, Adolfo Navarrete, tenía una planta siderúrgica. Antes de trabajar ahí su padre lo hizo en Valencia, de ahí que Salvador naciera en esa ciudad. En 1932 la familia −padre, madre y ocho hermanos−, se fue a vivir de Reinosa a Madrid. Canals vivió la guerra civil con la ingenuidad de un niño y el conocimiento para ser consciente de la gravedad de la contienda. Al terminar la gu

Larrauri, G: Los Primeros cristianos. Orar.

El autor ordena en veinticinco capítulos textos de los Padres de la Iglesia, que comentan el epígrafe tratado. El autor busca una forma de acercar lo que dijeron los Padres de la Iglesia de modo que interese al lector. A veces, al lector le interesa un aspecto concreto sobre el que busca ideas, etc. Una forma es hacer una antología de textos de los Padres de la Iglesia, como se han hecho de otros autores; esta tiene la ventaja de abordar el epígrafe señalado. Al comienzo del libro contextualiza la vida de los primeros cristianos y la persecución a la que fueron sometidos. Sigue un capítulo ambicioso: transformar la sociedad, que es lo que hicieron con el paso del tiempo. La caridad fraterna y el valor que daban al bautismo y al sacramento de la Eucaristía, en particular a la santa Misa, eran rasgos distintivos. La esperanza del cielo, la oración, la pobreza, aparecen con frecuencia entre los primeros cristianos. Los textos están seleccionados para ofrecer citas breves y de varios aut

Joukhadar, J. Z.: Un mapa de sal y estrellas.

La autora relata dos trayectos en parte similares pero con ochocientos años de diferencia. El primero es del siglo XII; por encargo de Roger II de Sicilia, un sabio, Al-idrisi trata de hacer un mapa, lo más completo posible, del mundo conocido. Una joven, Rawiya, disfrazada de chico le acompaña, busca dinero para que su madre viuda viva con dignidad. La existencia del sabio es real así como la elaboración de un planisferio de plata con su contenido. Otra historia, del siglo XXI, comienza cuando a principios del siglo XXI el padre de otra joven, Nour, fallece de cáncer el 2011 en EE. UU. La esposa y madre, decide volver a su lugar de origen, Siria, con la hermana mayor de Nour, Zahra, y la pequeña, Huda. Nour que solo sabe inglés, no árabe; sin embargo Zahra y su madre hablan árabe. En un primer momento viven en la ciudad de Homs, hasta que su casa es destruida en un bombardeo y huyen a Damasco intentado salir del país, primero a Jordania y luego a otros países del norte de África. L

Gaskell. Elizaberth: Norte y sur.

En esta novela se muestran las diferencias que a mediados del siglo XIX existían entre la burguesía del sur de Inglaterra, cuya economía se apoyaba en la posesión de tierras, y la burguesía del norte, con empresarios del sector textil en su mayoría. El relato comienza cuando un párroco rural entra en crisis y renuncia a la parroquia que tenía asignada. Se irá a vivir al norte, él, su esposa y la hija de ambos. La obra tiene algún apunte biográfico, pues conoció personas como las aquí reflejadas. La familia se instala en una pequeña población y el padre sobrevive dando clases particulares. La madre tiene una salud delicada y pasa largas temporadas en la cama. El señor Hale se siente culpable por el estilo de vida que tienen que llevar, y el clima insano para su esposa. Margaret, la hija, tiene un carácter decidido. Tienen otro hijo, Frederick, que huyo de Gran Bretaña para no ser juzgado por encabezar un motín en un barco. Margaret conoce a un empresario textil joven, Thornton; se gu

Chesterton, G. K.: Santo Tomás de Aquino.

Chesterton nació en 1874 y falleció en 1936. Escribió miles de páginas; fue un hombre inquieto intelectualmente. En la juventud se declaró agnóstico y más adelante se acercó a la iglesia anglicana, si bien su destino final fue ser recibido en la Iglesia Católica, en 1922. Fue un intelectual coherente entre lo que pensaba, decía y vivía. Se casó con Frances Blogg y tuvieron una hija. Conoció a Ronald Knox, a Hilaire Belloc, C. S. Lewis, etc. En los años finales de su vida, floreció el catolicismo entre intelectuales británicos; ahí Chesterton tuvo un notable papel. Es conocido por ser el creador del personaje Padre Brown, famoso por resolver con su brillante inteligencia difíciles casos policiacos. Este dato es relevante porque ese sacerdote despistado es una crítica a quienes acusaban a la Iglesia Católica de despreciar a la razón. Su  forma de escribir se presta a la polémica; hay quienes lo consideran ideal para concentrar en un párrafo una idea genial, a la vez que farragoso en te