No Valores Por Su Portada

De modo ameno y ordenado, el autor recorre cronológicamente la historia de la Iglesia; une en su relato el amor a la verdad y a la Iglesia. Expone los hechos en su contexto, lo que facilita comprenderlos. No oculta errores de eclesiásticos, incluidos varios papas a lo largo del tiempo, aunque predominan personas de vida recta y piadosa. Quizá el libro sea desproporcionado en su deseo de abarcar tantos siglos. Se aprecia más detalle en la antigüedad que en los últimos siglos; hubiera sido deseable un trato equilibrado a cada época. Finaliza con la convocatoria del concilio Vaticano II.

Este ensayo, con un estilo divulgativo de altura, aborda el marco histórico en el que nace Jesucristo, la geografía del país, las costumbres de la época, los grupos sociales, así como las fuentes históricas romanas, griegas y judías de las que disponemos. Es una aproximación a estudios sobre Jesucristo. El autor logra un nivel asequible a un lector culto que no es especialista en temas históricos y teológicos. Señala el límite entre lo que es posible conocer por la investigación teológica y lo que pertenece a la fe.

Mark Twain definió este libro como el que más orgulloso estaba de haber escrito. En la contraportada de esta edición viene un resumen del libro: “Relato realista, vigoroso, dramático, magnífico y evocador, que nos transporta a la plenitud de la Guerra de los Cien Años, con toda su grandeza. La acción gira en torno de la figura sublime, insigne y valerosa de Juana de Arco”. El libro tiene la tensión de una novela y sobrecoge por la figura de Juana de Arco. El relato, narrado por un supuesto escudero, no es del todo acertado, pues las referencias personales del presunto narrador, entorpecen el ritmo de la epopeya de quien fue llamada Doncella de Orleáns.

Ars es una aldea cerca de Lyón, Francia, que es famosa por ser donde san Juan María Vianney, conocido como el cura de Ars, ejerció su ministerio sacerdotal entre 1818 y 1859. La vida santa de este sacerdote y su labor, especialmente administrando el sacramento de la Penitencia, es apasionante por las señales de santidad que autor relata y por la intensa labor de almas que desarrolla. Trochu conjuga el rigor histórico con la amenidad, lo que unido al atractivo del personaje, hace de esta biografía una lectura valiosa.

Libro con excelente conocimiento del tema tratado con la figura excepcional del protagonista. El conde Aleksandr Rostov fue condenado a muerte por el régimen comunista en 1922, pero la condena le fue conmutada por un arresto sorprendente: pasará el resto de su vida en el hotel Metropol, que es un caleidoscopio para observar la sociedad rusa a lo largo de los años. Rostov es una persona erudita y un caballero a la antigua usanza. El hotel está muy cerca del Kremlin y del Bolshói. Sin profesión conocida, tiene algo más de treinta años cuando comienza el relato. La lectura y sus conocimientos culinarios le convierten en un comensal excepcional. Ciertamente deberá dejar la suite en la que se alojó antes de la revolución para ocupar una pequeña habitación de la quinta planta a la que debe subir andando. Pasa el tiempo y su conocimiento de las personas y del lugar le ofrece la situación ideal para conocer todos los entresijos. Durante más de tres décadas, verá pasar por aquel hotel person

El autor, psiquiatra, usa un estilo divulgativo sin perder precisión. Las personas somos seres día-lógicos, para que haya un “yo” deber haber un “tú”. Cada vez más profesionales de la medicina y de la educación ven cómo el diálogo de tú a tú se sustituye, con más frecuencia de la aconsejable, por aparatos tecnológicos diversos. La calidad de las relaciones humanas se empobrecen y el dialogo que se entabla es del nivel inferior, conocido como de ascensor, aludiendo a conversaciones que se tienen al compartir el tramo de subir unos pisos. Para que la conversación cree lazos que unan con fuerza, su contenido debe de estar a la altura. El autor aborda esta cuestión por áreas: con uno mismo, en la familia, con los amigos, con los compañeros y con un genérico los demás para englobar todas las relaciones interpersonales que suponen una transmisión verbal. Quien no se conoce a sí mismo, poco puede decir de él. El diálogo entre los esposos cubre toda la escala cromática; hay que evita

El autor publicó estos poemas en 1933. El título está tomado de Garcilaso de la Vega. El autor presenta la historia de una pasión amorosa, desde su comienzo hasta el final. Es de lo mejor entre la poesía amorosa castellana. Hay un elevado componente autobiográfico en estos setenta poemas que forman el texto. La poesía sirve como medio para llegar al culmen en la perfección amorosa. Se pueden resaltar varios pasajes de texto, pues es alta la densidad del contenido. Dicen así unos versos: Perdóname por ir así buscándote/ tan torpemente, dentro/ de ti. / Perdóname el dolor, alguna vez. / Es que quiero sacar / de ti tu mejor tú. / Ese que no te viste y que yo veo, / nadador por tu fondo, preciosísimo. / Y cogerlo / y tenerlo yo en alto como tiene / el árbol la luz última / que le ha encontrado al sol.

El sacerdote Loarte ofrece una recopilación de textos escritos por Álvaro del Portillo, sucesor de san Josemaría en el gobierno del Opus Dei. Sus escritos más conocidos giran sobre temas en los que trabajo durante los años del concilio Vaticano II, en el que tuvo un destacado papel. Otros muchos escritos suyos no han sido publicados. Se ofrecen en esta selección casi 400 textos que van desde unas pocas líneas hasta un folio de extensión. El recopilador ha dado un esquema previo en el que comienza con el fin de la vida humana, los medios para su santificación, el apostolado y termina con algunas consideraciones que hizo Del Portillo sobre san Josemaría, fundador del Opus Dei, con quien convivió durante muchos años y conoció profundamente. Don Álvaro, como es conocido por miles de personas, podía escribir de forma erudita por su amplia formación, pero los textos que se ofrecen en esta recopilación están pensados para rezar; forman parte de sus cartas pastorales, de algunas homilías y

Carmen Rigalt definió este libro así: “La prosa de Pla (...) alcanza mayor grandeza cuanto más se ciñe a lo pequeño, a las sensaciones de un paisaje cercano, a los hálitos de vida que transcurren tras los ventanales de un café o a la textura de una escudella cocinada por las mujeres de la familia. Lo pequeño se hace pues grande merced a una finísima manera de escribir, ajustándose siempre a los adjetivos precisos. (...) Es el diario de un escritor brillante, cínico, zumbón e insociable que tuvo la desgracia de escribir su obra maestra a los veinte años.”. A ese brillante comentario, poco hay que añadir.

El autor escribió el libro a largo varios años, a medida que la atención espiritual de las personas que atendía lo requería. La versión final estaba terminada en 1939; desde entonces se han hecho cientos de ediciones en numerosas lenguas. Su contenido son consideraciones breves, casi un millar, distribuidas en algo más de cuarenta capítulos. Su estilo directo y conciso, pueden ayudar al lector para meditar sobre esos temas, si bien el eje central es la enseñanza recogida en los Evangelios. Su difusión geográfica y cultural, hace ver que esa enseñanza es válida para personas de diverso origen.

El autor ha publicado también una Historia de mundo en el siglo XX y una Historia de España en el siglo XX. En los tres libros usa la misma metodología; el que comentamos fue el primero que escribió. Utiliza biografías, novelas y películas para facilitar al lector comprender mejor lo que pretende reflejar. Es historiador y, entre los recursos disponibles, recurre al cine y a la literatura para ambientar un momento histórico. Quien haya leído Un día en la vida de Ivan Denisovich o El hombre en busca de sentido, es capaz de percibir con hondura la vida en un gulag o en un campo de concentración nazi. Díaz, comparte la idea de otros historiadores al señalar 1914 como la fecha de inicio de ese nuevo periodo y en terminarlo en 1989, con la caída del muro de Berlín. Ciertamente podría llegar hasta el 2001 para señalar otro hito relevante, pero el elegido es coherente. La documentación bibliográfica que usa es grande; logra exponer con un lenguaje asequible un relato claro y coherente, per