D' Avenia, A.: ¡Presente!

Nueva novela de este maestro humanista. Omero es un profesor sustituto en un liceo italiano. Tiene 45 años y lleva 5 estando ciego. Le toca dar clase a un grupo de alumnos de último curso. Les une la suma de fracasos y problemas que acumulan. Para llegar al aula necesita que una persona le acompañe desde un lugar del edificio a otro. Pasa lista con el fin de ubicar el lugar de donde viene la respuesta. No es una simple escucha de nombres lo que hace. En sus años de ceguera ha desarrollado otros sentidos y capacidades. Salen a la luz, ni todos ni a la vez, los problemas en los que están inmersos cada uno y cada una. No son pocos ni pequeños. Se genera un flujo que permite crecer esa forma de comunicación. La clave parece estar en que a Omero Romeo le importa cada persona. Es capaz de aglutinar a ese grupo, tomar la iniciativa cuando alguien falta, etc. Esas confidencias que no son frecuentes y menos en público, salen a la luz porque se dan cuenta que a su profesor le importa más cada alumno que la química que les tiene que enseñar; sin que sea incomparable. La definición de un maestro, que pone en boca de uno de los personajes, reúne tres rasgos: sabiduría para amar y conocer la ciencia que enseña; la empatía para amar y conocer a sus alumnos, y pasión para encontrar el mejor modo para enseñar a esos alumnos. El autor conjuga los rasgos de un buen educador en un contexto en el que los hace protagonistas de un cambio a promover en el sistema educativo para hacerlo más humano. Realismo e idealismo en un mismo relato, muy bien pensado; cada párrafo está preñado de ideas; la calidad en el estilo literario facilita su lectura, que no obstante pide un nivel de atención alto.