No Valores Por Su Portada

Zweig no es historiador, pero pudiera ser un paisajista del alma humana, con el riesgo que eso supone, a pesar de la belleza de sus descripciones. Comete alguna imprecisión histórica, pero el lector comprende bien las razones de sus roces con los subordinados; era un hombre áspero lo que no significa que no fuera justo, pero junto a sus muchas cualidades no tenía la empatía necesaria para estar al mando de una expedición financiada por otro país diferente al suyo. Dicho eso, el lector se adentrará por los caminos que Zweig le muestra y vivirá con pasión esa gesta que si no es la más audaz, fue más difícil de lo que pensaban. Magallanes (1480-1521), exiliado portugués en España, logró que fuera financiado un proyecto que varios se habían planteado antes, pero Fernando Magallanes afirmaba con aplomo que tenía la certeza y la documentación que mostraban que eso era posible. La aventura comenzó en agosto de 1519, cuando dirigió una expedición de cinco barcos y 2

El que fuera cardenal después de muchos años de sufrimiento y prisión en Vietnam, predicó el retiro espiritual al que asistió Juan Pablo II y miembros de la curia vaticana en el año 2000. El eje fue la virtud de la esperanza, al comenzar un nuevo milenio. El testimonio de quien pasó quince años en campos de concentración es elocuente. Se vislumbra que Van Thuan aceptó que su forma de servir como obispo a su grey era mediante el sufrimiento. Tras salir de Vietnam, el gobierno del país le prohibió regresar. Ayuda a conocer un período de la historia de la Iglesia en Vietnam y las persecuciones a las que fueron sometidos los católicos. Su relato es impresionante. Cuenta muchos detalles de su estancia en prisión: desde cómo lograr celebrar Misa todos los días hasta como hizo un crucifijo que entregó a uno de sus guardias. El impacto espiritual de su estancia allí y el eco que dejó entre quienes le custodiaban solo Dios lo sabe, pero Van Thuan supo ver la mano de Dio

De la mano de este buen historiador, se aprecia con hondura la vida de Carlos I de España y V del Imperio. Por circunstancias de la historia, las coronas de Castilla y de Aragón recaen en él. Consigue, no sin forzar las cosas, que los reinos de la Península Ibérica le den subsidios para conseguir la corona imperial. Pasará gran parte de su vida de un lugar a otro, para intentar convertir la Europa que recibió en la Europa que soñaba. Tuvo que hacer frente al protestantismo que afectó de lleno al imperio, a la amenaza turca, a la rivalidad de los franceses en la península itálica. No dedicó mucho tiempo a los nuevos territorios que se descubren en América, pero sí el suficiente como para seguir la marcha de la conquista y colonización. Sin ser un hombre muy piadoso, tuvo una fe firme en la doctrina católica y procuró que se mantuviera como un elemento de unidad y rasgo de su imperio. Negociador, militar, hombre de Estado. Cada vez se aprecia en él una mayor cercaní

  Obra de teatro clásica en la que además de disfrutar de la buena pluma del autor se entienden los parámetros de la sociedad castellana en la que discurre la acción. Un grupo de soldados al mando de un capitán, pasan por Zalamea, provincia de Badajoz, camino a Portugal. Son los años en los que las coronas de Castilla y Portugal están en el trono de los Austrias. Allí deciden descansar y lo hacen alojando la tropa en casas de los vecinos, lo que no suele agradar a estos. El capitán se hospeda en casa de un campesino rico, alcalde la de población. Pedro Crespo, el alcalde, vive con sus hijos Juan e Isabel, está ultima es joven y atractiva por lo que recibe la indicación de no dejarse ver. El capitán se entera de la habitación en la que vive; al verla se enamora. Pedro trata de evitar que el asunto vaya a más, pero no lo logra. El general al cargo de la tropa intenta mediar, pero el capitán rapta a la joven y se la lleva a la montañosa. Don Pedro se entera y los bu

  Era un texto esperado; había expectación sobre el tema que el Papa elegiría para su primera encíclica. Con un lenguaje asequible y un profundo conocimiento de las Escrituras y de la teología, Benedicto XVI explica qué es el Amor. Un término usado de modo indefinido en muchas ocasiones; por eso, el Papa precisa las acepciones en las que ha sido usado y a las que él se refiere. En la segunda parte, íntimamente relacionada con la primera, explica manifestaciones del Amor en la vida de la Iglesia. Refleja con gran acierto la calidad del Amor del Dios, lo que nos lleva a un profundo agradecimiento por sabernos tan queridos.