Philippe, Jacques: Si conocieras el don de Dios.

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En la línea de otros libros publicados por el autor y traducidos al castellano, explica cómo la santidad más que en hacer muchas cosas, se trata de dejar hacer a Dios en nuestra alma; es por eso que sea tan importante aprender a recibir, no estorbar la acción del Espíritu Santo en nuestra alma. Libertad, paz, oración, confluyen en este camino que tan bien recorrió santa Teresa de Lisieux. El contenido de este libro es algo más denso que los anteriores; quizá por ese motivo más que una lectura pausada, requiere una meditación frecuente. Si el lector ha leído otros libros del autor, sabrá encontrar el ritmo idóneo para asimilar el estilo y contenido.

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Abad y otros: Empantallados Abadía, Leopoldo: Cómo hacerse mayor sin volverse un gruñón             Abrisketa, Martín: La lengua de los secretos. Adimi, Kaouther: Nuestras riquezas .   Aguiló, Alfonso: Educar el carácter.   Aguiló, Alfonso: Educar en una sociedad plural . Agustín, San: Las confesiones. Ahmari, Sohrab: Fuego y agua: mi viaje hacia la fe católica . Akbar Omar, Q.: El fuerte de las nueve torres .   Alarcón, P. A.: Cuentos . Alarcón, Pedro A. de: El sombrero de tres picos.  Alas, Raúl: El liderazgo inspirador. Alberico, G.: La casa de 1908. Alcázar, Manuel: Cómo mandar bien . Aldecoa, Ignacio: Novelas Completas.  Aleksiévich, S.: El fin del “Homo sovieticus”.  Alexievich, Svetlana: Voces de Chernóbil.  Alighieri, Dante: La divina comedia. Alzola, P.: El silencio de Dios en el cine. Amigorena, S.: El gueto interior .  Arnim, Elizabeth von: Un abril encantado.                                                       Andersen, Hans C.: Cuentos. Andric
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Fulwiler, Jennifer: Un encuentro inesperado.

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Dice Chesterton en uno de sus libros que hay dos maneras de llegar a casa, una de ellas es permaneciendo en ella y la otra es caminar por todo el mundo para volver al mismo lugar. La autora de este libro ha seguido la segunda opción. Fue bautizada en la Iglesia católica porque su abuelo era católico. Se educó en un ambiente ateo y ella era consciente y consecuente con ese planteamiento. Cuando comenzó a trabajar no pensaba que llegaría a ser la novia de un abogado, Joe Fulwiler, pero así fue. Se acabaron casando mientas Jennifer se resistía a cualquier planteamiento que supusiera la existencia de Dios. La historia de los años siguientes es la lucha por sobrevivir, pero sobre todo es la historia de la caída de barreras intelectuales, emocionales, etc. para aceptar la existencia de Dios y en concreto la creencia en Jesucristo como Dios encarnado. La autora se resiste a asumir que ella no es dueña de su propio cuerpo. La moral católica le parece retrógrada, un Dios que permite el sufrimie
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