No Valores Por Su Portada

El autor, filósofo y profesor universitario, ofrece un ensayo en el que junto a ideas, comentario y referencias a los clásicos –desde Homero a otros autores del siglo XX- comentarios sobre la realidad que conjugan la profundidad con la capacidad de provocar la sonrisa. Quizá porque sabe que a los humanos nos gustan las historias, los relatos, hace referencia a varios y cuenta anécdotas jugosas. Describe la vida con detalles y colores, llegando a la realidad de las cosas. Nos muestra parte de lo que percibe de un modo ameno, claro y brillante. En este libro muestra destellos de luces aplicados a la vida cotidiana. Es una selección de artículos, fruto de una atenta observación y reflexión. Hacer fácil lo difícil solo lo logran los que tienen muy interiorizado lo que escriben. Son más de una veintena de pasajes breves, como fotogramas de alta precisión. Divide el libro en cuatro apartados, cada uno ceñido a una faceta de la vida humana. Comienza por lo más próximo, el hogar y termina co

El autor cuando escribe el libro es director de Eton, famoso internado británico con 500 años de historia. Antes de ocupar este puesto en el colegio del que es antiguo alumno, ha trabajado en diversos colegios, públicos y privados, mixtos y de educación diferenciada. Desde esa perspectiva aborda las cuestiones de forma racional y sensata. La experiencia acumulada le permite observaciones sobre adolescentes muy atinadas; no en vano tiene mil trescientos a su cargo; el que su centro sea un internado masculino le permite algunas observaciones que directivos de colegios de otro tipo no tienen; desde la gestión de servicios esenciales en un lugar en donde viven casi dos mil personas con más de cien edificios a consideraciones que su larga experiencia en tareas directivas le permite comprender a la primera; así el consejo que recibió de no des respuestas en un pasillo o dame seis minutos para pensarlo son algunas reglas básicas antes de dar una respuesta que por precipitación, ansiedad u otr

La señora Harris es viuda desde hace muchos años y, como la pensión no le llega para vivir se dedica a limpiar apartamentos y viviendas de una zona de nivel social alto de Londres. Es amiga de otra viuda en situación similar, la señora Butterfield. Un día, al limpiar en una casa, ve unos vestidos que le admiran; le gustan tanto que decidirá ahorrar para poder comprar ella uno de esa misma marca: Dior. El problema está en el precio: es tanto que está absolutamente fuera de su alcance. Pero si la señora Harris se propone algo, lucha por ello. Realiza su trabajo con gusto, pues le permite contemplar una habitación limpia donde antes había suciedad. Está orgullosa de su trabajo, pero con lo que gana, no puede ahorrar como para comprar un vestido Dior. Lo intenta con las quinielas y después apostando en una carrera de perros. Pero no tiene mucha suerte. Tiene una visión de Dios bastante adaptada a su vida: Si las cosas le van bien es que Dios le sonríe; si le van mal es un castigo por algo

Siguiendo la sugerencia del Papa de hacer una catequesis sobre la Santa Misa, el autor escribió estas páginas en las que conjuga el conocimiento teológico con el de la liturgia y desarrolla su capacidad para explicar lo indicado. Tras una introducción sigue, paso a paso, el rito de la Misa; explica el sentido de los ornamentos que usa el sacerdote al celebrarla y comenta indicaciones que no agobian al lector, porque las expone de forma que se perciben como una ayuda para comprender el significado de lo que acontece en el altar, no como un código agobiante a seguir. Se trata de aprender a saborear cada paso, con paz y serenidad, aunque a veces no estemos atentos a lo que acontece en el altar, o al sentido profundo de las respuestas previstas en la liturgia.