No Valores Por Su Portada

Obra escrita hacia 1840 y publicada poco después. Es un relato breve de la historia protagonizada por Akaki Akálievich, funcionario de bajo rango que trabaja en San Petesburgo como oficinista. Debido a sus bajos ingresos, hacerse un nuevo capote que sustituya al actual, deteriorado por el uso, le plantea una austeridad exigente y llegar a un acuerdo con el sastre. Una vez estrenado, es invitado a una reunión social nocturna, cosa poco habitual en él pues es un soltero de cincuenta años que vive en una pensión modesta. Al salir de la reunión unos desconocidos le robaron el capote. Cuando acude al día siguiente a un funcionario para que investigue la identidad de los asaltantes, comprueba que el corazón de quienes le atienden es más frío que el invierno ruso. A consecuencia del disgusto y de una gripe, fallece poco después. Pero la historia no termina ahí; una injusticia así no puede quedar impune. El relato está bien elaborado y describe rasgos de la sociedad en la que ambienta la na

Vivian Miller tiene por delante una excelente carrera profesional en la CIA. Está casada con Matt y tienen cuatro hijos, los dos pequeños gemelos. Parece un matrimonio consolidado que ha apostado por vivir en una zona de buenos colegios, pues han apostado por la educación de sus hijos. La autora trabajó unos años en la CIA, por lo que en contexto lo conoce bien. Su trabajo es descubrir células de espías rusos encubiertos en Estados Unidos. El ritmo de vida es exigente pues los niños se ponen enfermos con facilidad al ser pequeños… Un día en el que Vivian está trabajando en su despacho, logra acceder al ordenador de un posible agente, ahí descubre un archivo con cinco fotografías. Cada jefe de célula tiene cinco personas que dependen de él y no más, de forma que se puedan evitar detenciones en cascada. Al entrar en esa carpeta descubre que uno de los cinco es su esposo, Matt con quien lleva diez años casada y nunca hubiera pensado que fuera una de esas personas que ella busca. Se que

La acción se sitúa en un vagón del ferrocarril Orient Express . En este caso, el vagón hace la ruta  Estambul a Calais, si bien no todos los pasajeros piensan llegar a Londres. Poirot toma ese tren pues ha sido requerido en Londres con urgencia. En principio no hay problema de plazas, pues en esa época el tren va casi vacío, pero en esa ocasión logra un pasaje por su amistad con el presidente de la compañía ferroviaria. Durante la noche el tren se detiene, al interrumpir la nieve la circulación, lo que suele suceder en invierno. Al despertarse,  descubren cómo un pasajero norteamericano, Ratcherr, ha sido asesinado. Un médico que viaja en el tren, hace la primera visita y aprecia puñaladas de diverso grado; calcula que ha sido a media noche cuando ha sido apuñalado, sin descartar que hayan sido dos asesinos, por los diferentes tipos de puñaladas. El director de la compañía solicita a Poirot que se haga cargo de la investigación, pues conoce su prestigio. Poirot descubre la identida

Cervantes comienza esta novela ejemplar con un personaje llamado Peralta, que lee cómo un tal Campuzano describe la conversación que tienen entre sí dos perros: Cipión y Berganza. Conscientes de lo excepcional de su situación, pues esa noche tienen dotes propias de los humanos, Cipión le pide a Berganza que le cuente su vida. Este cree que nació en Andalucía, siendo su amo un hombre que trabajó en un matadero y que se comportó de forma cruel, lo que le llevó a Berganza a huir. Acaba con un pastor que lo usa para guardar un rebaño. Pero también acaba mal y cae en manos de un mercader, lo que permite descubrir el mundo de la prostitución y del robo como forma de vida de algunos truhanes. Vuelve a huir y pasa a manos de un alguacil para luego irse con unos soldados y llegar de nuevo en Montilla, un pueblo andaluz. Escapado otra vez, llega a un campamento de gitanos y luego se va con un morisco. Cansado de sufrir escapa y vive en el Hospital en donde discurre el relato. Cervantes aprove

En estas páginas, el autor muestra que la templanza, nombre asociado a veces a una mala imagen, muestra lo que es en realidad y cómo contribuye a una vida lograda. Es el capricho y el exceso lo que estropea, defrauda... y en alguna ocasión degrada. El equilibrio entre el placer, la libertad y la felicidad es la verdadera cara de la templanza. Es aplicable a la comida, la bebida y la vida sexual. El equilibrio interior es un reto; defiende la bondad del uso moderado de los bienes ordenados a un fin superior. La templanza requiere auto-control, pero es mucho más. Lo otro sería voluntarismo, pero no virtud; la moderación y la virtud son camino para una vida plena; el deseo y las pasiones son buenas si están bien orientadas y, si es así, producirán sus mejores efectos si se viven de modo razonable. La templanza se manifiesta como una clave indispensable para la felicidad. Una vivencia quejosa y sin ideales nobles, hace perder el motivo esencial por el que vivir: ser más libres para amar m