Tolstoi, Lev: Los cosacos.



El autor vierte en el libro parte de sus vivencias personales. Relata la historia de un joven rico, Olenin, quien cansado de la vida frívola que lleva en Moscú, decide recomenzar su vida y para eso se aleja de Moscú y se alista en el ejército. El ejército en aquella época no requería la presencia tan constante en el cuartel de los oficiales, por lo que el protagonista, al llegar a tierras del Cáucaso, se instala en la casa de una familia de cosacos, en uno de los muchas pequeñas poblaciones que hay. El autor describe la vida de estos hombres y mujeres, valientes y aguerridos. Sus armas y los caballos forman parte de su vida cotidiana. Los hombres abusan del alcohol con frecuencia y no faltan las ocasiones en las que luchan con los chechenos u otras personas de la estepa y roban caballos. Como las fronteras reales no están delimitadas, la vigilancia resulta esencial para sobrevivir. Olenin vive en la casa de una joven guapa y con carácter. Dedica mucho tiempo a la caza, abundante por aquellos bosques. El joven oficial siente hacia ella un amor platónico y como ella tiene un novio del poblado, guapo y valiente, todos dan por hecho que se casaran en breve el joven Lúkashka y Marianka. Pero el corazón le traiciona al soldado si bien somete sus pasiones y no manifiesta su amor, salvo cuando abusa del alcohol. Olenin se debate entre lo que piensa y lo que siente, quizá sin comprender bien a los cosacos y quizá tampoco su propia condición humana. Una batalla próxima dará ocasión de luchar por salvar sus vidas. La prosa de Tolstoi y la fuerza del relato sirven para crear una buena novela.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Índice

Fulwiler, Jennifer: Un encuentro inesperado.