Lewis, C. S.: Crónicas de Narnia.


Son siete libros a lo largo de los cuales se narra una historia que comienza cuando un chico joven se va al campo a vivir con un pariente. El libro más conocido y que expone mejor el contenido de la serie, se titula El león, la bruja y el armario. Es el segundo de los siete libros que componen el relato, el león es Aslán, quien los lectores descubrirán cómo su papel es muy superior al que cabía esperar. La bruja, tiene la habilidad de engañar hasta lograr la adicción a los dulces que facilita; cuando tiene alguien atrapado su dulzura se vuelve una brutal tiranía. El armario es el acceso a otra dimensión. Cuando varios niños se esconden en un armario, descubren que por su fondo pueden acceder a otro mundo en el que su papel es, humanamente, muy superior al que realizan su vida ordinaria. Al cruzar el fondo del armario, desaparece la concepción del tiempo tal y como la concebimos; de esa forma, cuando regresan a la vida habitual no parece haberse movido el reloj. Historia en la que Lewis usa su mucho ingenio para exponer de forma metafórica cómo concibe el mundo o, al menos, una de las formas posibles de ser. Que cada agujero por el que pueden caer lleve a un mundo posible, abre una infinidad de posibilidades que desbordan la capacidad humana. Lo ideal es leer los siete por orden, si bien no es imprescindible. El valor de este relato es el de una epopeya cuyo valor es muy superior al de los libros de aventuras que surten el mercado literario juvenil. No hay necesidad, ni quizá sea oportuno, de aplicar las claves que Lewis sugiere a las convicciones que cada uno tiene. El relato de Lewis es compatible con la fe cristiana, pero eso no significa que sea la explicación que la Iglesia Católica ofrece sobre nuestro mundo.

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