Sarah, Robert: La fuerza del silencio.




Con la ayuda de las preguntas que le hace el periodista francés Nicolás Diat, este cardenal que ya publicó Dios o nada, ahora aborda una cuestión que afecta a la mayoría de las personas: el ruido nos parece inevitable aunque a veces añoremos el silencio. El ruido puede ser externo o interno; en todo caso una vida permanente sumergida en el ruido supone una severa dificultad para pensar, etc. La solución no pasa por irse a un monasterio, salvo quienes descubran esa llamada. Se trata de buscar formas para no dejarse aturdir por ruidos evitables. El silencio es necesario para encontrar a Dios. Sarah se pregunta si es posible alcanzar la verdad, la belleza y el amor. Afirma que todo lo que es grande y creativo está relacionado con el silencio. Dios es silencio. Lo mejor es leer el libro; tiene una fuerza insospechada por la profundidad de sus respuestas, a la vez asequibles a personas de condición muy diversa. Insiste de forma especial en el cuidado de la liturgia, porque mediante ella rezamos y porque él es el responsable en la curia vaticana del dicasterio encargado de velar por el culto y, en consecuencia, de la liturgia. Sus conversaciones con diversas personas aportan ideas para el hombre de la calle.

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