Claudel, P.: La nieta del señor Linh.
Claudel, P.: La nieta del señor Linh. Editorial: Salamandra, 2013 NARRATIVA
Un día de
otoño, frío, un barco llega a puerto de un país, probablemente Francia.
Desciende de él, entre otros muchos un anciano oriental, de nombre Linh, con su
nieta de pocas semanas y una pequeña maleta. La guerra en su nación de origen
ha destrozado la aldea natal y al resto de la familia. El señor Linh no se
apartará un momento de su nieta, que es lo único que tiene en la vida y a la
que va a cuidar con todas sus escasas fuerzas. El traslado de los refugiados a
un local provisional, le lleva a convivir con unos compatriotas que no le hacen
especial caso. Come para tener fuerzas y cuidar a la niña. Un día, la asistenta
social le dice que a la niña le conviene salir a la calle y, a pesar del frío,
sale dando vueltas a la manzana para no perderse hasta que cansado se sienta en
un banco. Pocos minutos después se sienta allí un señor mayor, llamado Bark. Un
lenguaje de gestos se va gestando entre ellos, en el que el afecto habla más
que las palabras ya que no entienden sus idiomas respectivos. Quizás si el señor
Bark descubre que un día, hace muchos años, él estuvo luchando en el país del
señor Linh y guarda el amargo recuerdo de la muerte y destrucción. Una amistad de gestos se va entrelazando,
hasta que un día trasladan al señor Linh a un local donde le atienden pero
donde solo viven ancianos y nadie habla con nadie. Su primer intento de salir
de ahí acaba en un fracaso. Un segundo intento llevará a un desenlace
inesperado. Novela que se lee de un tirón. Primorosamente escrita, donde son
más importantes los gestos que las palabras.
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