Luri, Gregorio: Elogio de las familias sensatamente imperfectas.




El autor tiene una amplia experiencia docente, pues lleva años en las aulas y por sus titulaciones, ha dado clases en varios niveles educativos. En el libro habla como padre y educador, lo que influirá en su vida docente. Cansado del buenismo de algunos ambientes educativos, asume las limitaciones suyas y las de los demás, de ahí el título. En la escuela, algunos lo atribuyen a un efecto social, otros a intentos de transmitir su ideología a los alumnos u otras razones. Así como se han corregido abusos del pasado, hemos caído en otros defectos, como convertir en tabúes el usar palabras como responsabilidad, esfuerzo, perdón, y otras. Con buen humor, afirma que sería conveniente, para ser una familia modélica, tener el segundo hijo antes del primero y así poder corregir los errores que se comenten como padres y madres primerizas. Piensa que son muchas las familias que aplican pautas sensatas, pero quizá no las dicen. Otras, se han contagiado por ambientes muy extendidos; es frecuente que haya familias que cenan viendo la televisión, lo que impide todo intento serio de tener una conversación. Algunos padres quieren evitar a sus hijos todos los sufrimientos y eso no es posible. El libro se lee fácil y agrado. Su lenguaje llano no debe llamar a engaño, habla así por sencillez y porque forma parte de su estilo de ser y vivir.

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