Lozano Bartolozzi, Pedro: Retos geopolíticos actuales

La realidad actual es cambiante, si bien hay líneas de fondo que se mantienen y que permiten hablar 9 años después de la publicación de este libro en términos bastante cercanos a los usados entonces. Poco después de terminar la Segunda Guerra Mundial, había dos frentes definidos. El primero regido por Estados Unidos y el otro por la Unión Soviética. Luego estaba un grupo muy heterogéneo de países, englobados bajo un nombre genérico de en vías de desarrollo y no alineados, lo que no siempre era así. La caída del régimen comunista, llevó a que durante unos años pareciera que a hegemonía de Estados Unidos era indiscutible. La realidad es compleja. El protagonismo de la Rusia de Putin y el crecimiento y protagonismo creciente de China, llevan a percibir un mundo con detalles de una variada gama. La Unión Europea se ha centrado más en temas económicos que en protagonismo militar. Estados Unidos sigue llevando la voz cantante y es el país que más dinero gasta en armamento. Oriente Medio sigue con una inestabilidad crónica, si bien los cambios en Afganistán y en Irán le afectan muy directamente. Las guerras locales han sido abundantes y varias han terminado en fracasos: las intervenciones en Afganistán, las llamadas guerras del golfo, culminando con el fiasco de la intervención en Irak. Ha cambiado el concepto de guerra. Desde la invención de la bomba atómica y sus posteriores armas nucleares, la tecnología pesa más que el número de soldados. Por ahora, los frentes de guerra, han recibido apoyos de unos y otros, pero sin enfrentamientos directos. El gasto de Estados Unidos es el 40% del gasto mundial. ¿Cómo sería una Tercera Guerra Mundial? Sin duda muy diferente a la anterior. La guerra preventiva, que se ha usado con motivos y sin ellos, es de dudosa credibilidad ética, más cuando pueden darse motivos económicos o de otro tipo, ocultos bajo los motivos alegados para intervenir. Que los países más preocupantes sean Corea del Norte o Afganistán, no deben hacer olvidar que la realidad geopolítica es compleja. Hoy por hoy, a pesar de las provocaciones y momentos de tensión, no se ha llegado a una crisis de vida o muerte, si bien la inestabilidad actual no deja de ser preocupante, unido al crecimiento del islamismo radical o al crecimiento gigantesco de la economía China que puede manifestarse en algún momento en otras formas de supremacía. El libro no es fácil de seguir, lo que es lógico al tener en cuenta la complejidad de la cuestión. Es un buen punto de apoyo para, desde ahí, ponerse al día sobre las variantes que la última década aporta en la cuestión.