Cabrero, Ángel: Cartas de Lucas.

El autor conoce bien el Nuevo Testamento y la historia de la Iglesia en sus comienzos. Parte de la información disponible de Lucas, evangelista que narra con detalle la infancia de Jesús y acompañó a Pablo en sus viajes; posiblemente fue médico. En una de sus cartas menciona a un varón llamado Teófilo de quien no tenemos ninguna información. El autor lo sitúa en Roma ocupando una posición relevante en la sociedad. Mediante cartas entre ellos Teófilo le cuenta la vida que lleva en Roma que no es tan dura como en tiempos de Nerón, pero ser cristiano es todavía motivo de peligro. Teófilo está casado con Livia y tienen tres hijos. Teófilo le consulta sobre una propuesta que le ha llegado, por medio de terceras personas, en las que se le ofrece comprar las actas de Pilatos, en las que supuestamente el gobernador romano describe al emperador los sucesos con motivo de la Pasión de Cristo y la afirmación de algunos sobre su resurrección. La existencia de esas actas es verosímil pero nunca se han encontrado, de ahí que todo sea una conjetura. Lo esencial del libro no es ni ese ni otros detalles, sino cómo Lucas en sus cartas le cuenta la vida de Cristo desde su infancia hasta su resurrección. Teófilo le consulta sus dudas y le narra, en cartas desde el año 70 hasta el 81 de nuestra era, como pasa de vivir de manera coherente pero discreta, a ser acusado de no rendir culto al emperador y condenado a muerte; más tarde se le conmuta la pena por ser desterrado a Hispania. El emperador era Vespasiano y el Papa Lino. Dentro de una verisimilitud se unen los datos ciertos que sabemos por las Escrituras, los muy probables que nos han llegado por la tradición y un contexto verosímil, que ayuda a entender la vida de los cristianos en Roma y otras poblaciones.