Segovia, Sofía: El murmullo de las abejas.

Novela ambientada en México, el país de la autora, a comienzos del siglo XX. Si bien lo esencial es ficción o creación de la autora, hay una base real en el relato; está encuadrado en los momentos previos y posteriores a la revolución mexicana que afectó a la llamada reforma agraria y a la persecución religiosa. Francisco Morales es dueño de una finca en el norte del país, en Linares. Para evitar que le expropien las tierras las reparte virtualmente entre sus empleados, todos de plena confianza, salvó el que acabó por matarle de un balazo. Francisco vivió en Linares casi toda su vida allí, con su esposa Beatriz y los hijos que van llegando a la familia. Hay uno especial, Simonopio, encontrado entre harapos y rodeado de abejas que le protegían. Fue para el resto un hermano más al que apenas comprenden. Relata la historia Francisco hijo, años después, cuando la familia tras el asesinato del padre se traslada a la casa que tenían en Monterrey. Francisco tardó años en volver a Linares, en donde se había quedado Simonopio. En la novela se refleja un estilo de vida, con sus alegrías y penas, con pasajes que no resultan fáciles de entender para quien no vea posible esa relación entre un niño y una colmena de abejas. Francisco, casi al final de su vida, vuelve en un taxi a su lugar de origen, buscando a ese hermano que le salvó de morir. El taxista es el oyente del monólogo que hace el viajero; los lazos del hogar perviven sobre otras facetas. El final de dos de los personajes esenciales queda sin despejar, pero no le causa quebraderos pues espera estar con ellos pronto en la otra vida. El personaje central, Simonopio, a pesar de su deformidad física, es el más amable del relato, pues le movió el amor cuando tuvo que tomar decisiones. No es fácil resumir una historia en donde la belleza es un componente esencial, pero no único.