Moreno, R.: Historia breve del universo.


 Moreno, R.: Historia breve del universo. Ed. Rialp, 2022.                 VARIOS

    En los medios de comunicación son frecuentes las noticias sobre un nuevo fenómeno de astronomía, cuyo significado conocemos o no. Hay galaxias, agujeros negros, constelaciones, etc. Para no perderse dentro de ese espacio gigantesco, es precio tener unas nociones básicas que ayuden a poder comprender nuevos datos e información que reafirma o cuestiona algo que dábamos por estable. ¿Cuándo nació nuestro sistema solar? ¿Qué antigüedad tiene el universo conocido? Sabemos que si usamos el año como medida, nuestra galaxia aparece en enero, pero el planeta Tierra no lo haría hasta agosto. Los caldeos, 6.000 años a. C. ya eran conocidos porque algunas personas se dedicaban al estudio del universo conocido. En el mundo griego se dieron muchos descubrimientos científicos, pero quizá es Tolomeo, en el siglo II de nuestra afirmó que el centro de nuestro sistema era la tierra y el sol y la luna giraban sobre ella. Que la Tierra era esférica ya se sabía, si bien todavía no se usaban términos como meridianos y paralelos. Los griegos llegaron a saber en el siglo III a. C., el tamaño real de la tierra con bastante precisión, si bien no era de conocimiento popular, por lo que no es de extrañar que muchos siguieran pensando que la tierra era plana, por ejemplo. El uso del conocimiento de las estrellas era una notable ayuda en la navegación. Tenemos que esperar a Copérnico en el siglo XV-XVI para aventurar que es el sol sobre quien giran el resto de planetas de nuestro sistema solar. Kepler estudió las órbitas de los planetas. Galileo, siglo XVII, tuvo el acierto de usar el telescopio para observar el firmamento. Su choque con la inquisición, además de a temas personales de unos y otros, fue más un aventurar conclusiones por su parte y por la de los teólogos que examinaron su proceso, tuvo más que ver con salir de su ámbito propio y extrapolar conclusiones erróneas. No obstante, aunque el tema está bien estudiado, fue un error de sus jueces el confinarlo en su domicilio acusado de estar equivocado. Newton estableció nuevos conocimientos, como la ley de la gravedad. Será en los siglos XIX y XX cuando se dieron abundantes pasos en esta ciencia. La teoría de la relatividad supone un replantearse lo que se daba por cierto. El origen del universo como fruto del Big Ben, hoy por hoy se mantiene como la tesis más probable. La puesta en el espacio de naves espaciales y satélites humanos facilita obtener información de lugares distantes. En todo caso, es una ciencia que nos seguirá sorprendiendo con nuevos datos. En las últimas décadas el progreso se ha multiplicado con las emisiones no visibles, las sondas interplanetarias, etc. Se han descubierto miles de planetas orbitando otros soles, se ha medido que la expansión del Universo es acelerada por algo que vence la gravedad, y se planean misiones espaciales a cuerpos cada vez más lejanos. En todo caso, estamos descubriendo lo que a escala de una ciudad sería el jardín de una casa. Poder conocer el nombre de estrellas y datos sobre ellas y otros factores está al alcance de millones de personas gracias a la información disponible. Quien desee conocer mejor las estrellas que ve, tiene si lo desea abundante material de estudio. Este libro es una excelente plataforma para seguir estudiando; conviene leerlo despacio para asimilar bien y el contenido y, es posible, que para volver a él cuando nos planteemos nuevos conocimientos.


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