Rodríguez de Bujalance, R.: Mujeres de ébano.



La autora con ocasión de varios viajes al menos a ocho países africanos, ha tenido la ocasión de conocer a mujeres de algunos países africanos. Algunas han recibido el premio Harambee y otras reciben becas y ayudas de este Proyecto que tiene como meta la promoción de la mujer africana. El contenido del libro es similar en todas las visitas realizadas, lo que facilita el orden mental del lector. Comienza con un mapa muy sencillo en el que ubica el país del que va a tratar dentro del continente africano; luego al comenzar cada capítulo hace una breve descripción introductoria sobre la extensión, el número de habitantes, religiones predominantes, tribus que componen el país y datos recientes de su historia que ayudan a comprender la situación real. Es otra forma de conocer lo que también es realidad en muchos de esos países: personas que trabajan con competencia profesional y honestidad. Siempre son mujeres porque este proyecto estaba encaminado a ellas. Por otra parte, en la casi totalidad de África, con la salvedad de hogares que no siguen esa pauta, la mujer está muy subordinada al marido, dándose situaciones de sometimiento, abusos, exceso de trabajo, etc. En muchos casos son la sanidad y la educación los motores donde trabajan estas mujeres; tienen motor propio y el deseo de contribuir al progreso de sus países, renunciando en algunos casos a ofertas atractivas de otros continentes. Se ha hecho mucho, pero hay mucho por hacer. Lograr desterrar la corrupción es uno de los retos, en otros casos los casos más sangrantes de abusos; no solo se da el caso de los secuestros o actos violentos más conocidos. Las mujeres que hablan sobre el desarrollo de sus países están convencidas de que debe nacer de sus países; que el remedio no es que la población de África se vaya a Europa sino que se desarrolle en su país. Esto que parece obvio no lo es tanto cuando a veces es occidente quien ejerce un colonialismo diferente al de hace un siglo pero con efectos perniciosos. El resultado es alentador. No será de un día para otro, pero ojalá además de crecer este proyecto hubiera muchos más para acortar tiempos en la calidad de vida y en el respeto a los derechos básicos de las personas africanas.

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