Ogawa, Y.: La niña que iba en hipopótamo a la escuela.



Libro dedicado por la autora a relatar la infancia de dos primas, Nina y Tomoko, que viven en la misma casa. La novela, ambientada en el comienzo de la década de los setenta del siglo XX. Tomoko, tras la muerte de su padre si irá a vivir casa de su tía, en Ashiya, durante el año que su madre emplee en especializarse profesionalmente en Tokyo. La niña, además de estudiar, estaráen un entorno familiar y conocerá otros ambientes. Sus familiares son de buena posición social; entre las dos primas nacerá una fuerte amistad. Mina es frágil de salud y va al colegio en un hipopótamo de pequeño tamaño; lo adquirieron cuando desapareció un circo que estaba en las cercanías. Lo ordinario hubiera sido ir en coche, pero todos ven normal pasar a un pequeño hipopótamo con una silla preparada para que la joven Mina vaya cómoda. El animal es dócil, si bien su alimentación requiere cantidad de alimentos. Además, dentro de la finca hay una charca para él. El libro refleja la sociedad japonesa de esos años; hay rasgos que han cambiado con el tiempo y otros permanecen ahora. El estilo literario es delicado y elegancia; atenta a los detalles. Se apunta el despertar de la pubertad en Tomoko, especialmente al volver de Suiza al terminar el curso, su primo Ryuichi, hermano de Mina. El argumento es sencillo, con ritmo lento. Destaca valores como la amistad y los lazos familiares. Ayuda a ver cómo las dos niñas son capaces de hacerse preguntas a las que no saben responder, sobre la vida de los adultos de su entorno. La abuela, Rosa, en un personaje amable; su origen es alemán y su familia, judía, murió asesinada durante el régimen nazi, cuando esta ya vivía en Japón. El personal de servicio, jardinero y cocinera, tiene cariño a las niñas; ella, la señora Yoneda, ha vivido siempre en esa casa y se entiende bien con la abuela Rosa. La vida de su tío le sorprende a Tomoko, por las largas ausencias que el resto no comenta; progresivamente se va dando cuenta del origen de esas ausencias, que pueden ser causa o efecto del alto consumo de alcohol de su tía, hermana de su madre. El regreso de su primo desde Suiza, donde ha cursado estudios, despierta en su prima el deseo de agradar, propio de una adolecente. Tomoko, en ese año de estancia en Ashiya asimila muchas ideas; algunas las entenderá con el paso de los años. La diferencia religiosa entre lo que se aprecia en el relato y el cristianismo es notable; las creencias que se observan en las niñas son más difusas y quizá con un fondo panteísta. Como no tienen referencia del cristianismo, no hay ningún comentario comparativo.

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