McGrath, Alister: C.S. Lewis. Su biografía.



El autor ha tenido acceso a la amplia base documental de cartas del autor, lo que le permite establecer un orden que Lewis en ocasiones no recuerda o confunde. Nació en el Ulster en 1898, su madre falleció cuando él era pequeño y el padre decidió enviar a los hijos a un internado, lo que en el caso de Charles fue un error. No se adaptó en ninguno de los lugares en donde estuvo y quizá echó en falta la cercanía paterna, lo que le llevó a una postura distante con su padre. Este le pagó los estudios y sus intentos de ingresar en Oxford. A pesar de su origen irlandés no se siente identificado con la mayoría de los irlandeses, ni su cultura, ni su religión ni sus costumbres. Educado en Gran Bretaña fue durante años miembro de la Iglesia de Inglaterra, hasta que al llegar a los veinte años se declara ateo por completo. Su estilo de vida, su orientación académica, con la Primera Guerra Mundial de por medio, ofrecen lo que visto desde fuera parece una vida errática. Su asentamiento como profesor en Oxford le permitió irse centrando, abandonar la poesía, tarea en la que había puesto tanto empeño. Allí tuvo la fortuna de conocer a Tolkien, con el que comenzó a quedar para comentar lo escrito mutuamente. Su sintonía no era plena, pero a medida que la amistad crecía fueron aprendiendo a conocerse y respetarse. Entre 1930 y 1950, con altibajos, un número máximo de veinte personas formaron parte del círculo literario que habían puesto en marcha, si bien rara vez la asistencia superaba la media docena. En el último trimestre de 1930, Lewis culmina su acercamiento al cristianismo y aceptar la divinidad de Cristo. Camino que recorrió en paralelo con su hermano Warnie, completamente por separado y sin saber el rumbo que tomaba el otro. Lewis se hubiera ofendido si se le hubiera llamado anglicano, si bien su conversión fue al cristianismo, pero sin llegar a dar el paso de solicitar ser recibido en la Iglesia Católica. Durante la Segunda Guerra Mundial dio charlas en la BBC sobre cuestiones religiosas, en la línea de lo que refleja su libro Mero Cristianismo. Se entusiasmó al leer El hobbit y animó a Tolkien a seguir escribiendo. Por el carácter perfeccionista de este, sin el empuje de Lewis es probable que no hubiera llegado a escribirse El Señor de los anillos. El autor de la biografía, como hemos dicho hace una gran labor de ordenar los hechos de la vida de Lewis. Años más tarde escribe la trilogía de Ransom, en la que destaca Lejos del planeta silencioso. Además de por libros como Cartas del diablo a su sobrino o El problema del dolor, su obra más conocida es Crónicas de Narnia, dividida en siete libros, de gran difusión y con un claro interés apologético. A diferencia de Tolkien, Lewis se internó en la apología del cristianismo. No todo fue grato en la vida de Lewis; el rechazo a su forma de actuar fue creciente en Oxford, hasta el punto de tener que trasladarse a Cambridge; la amistad con Tolkien se enfrío; su boda –inicialmente civil con el fin de facilitar la permanencia de Joy Davidman en Gran Bretaña- se complicó por cuestiones legales y más tarde por el cáncer que detectaron en ella. C. S. Lewis falleció en 1968. Contra todo pronóstico, su prestigio ha ido en aumento así como la difusión de sus obras.

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