Fontana, Giorgio: Muerte de un hombre feliz.

Novela ambientada en Milán, a comienzos de la década de 1980. Bandas de extrema izquierda cometen atentados contra políticos, jueces, etc. Protagoniza el relato un hombre, Giacomo Colnaghi, magistrado honesto, católico, casado y padre de dos hijos pequeños. Giacomo es hijo de un partisano asesinado en la Segunda Guerra Mundial por formar parte de la resistencia al régimen nazi. Giacomo se esfuerza en no dejarse llevar por el odio hacia los terroristas y, aunque discrepa de los métodos que siguen, intenta comprender lo que les mueve a actuar así. Muy responsable de su trabajo, lleva una investigación mientras su esposa e hijos veranean en la costa. Espera ir con ellos algunos días, además de los fines de semana. El dialogo con un detenido, acusado de matar a un líder de la Democracia Cristiana, no le da las luces que espera. Son jóvenes obcecados, movidos por eslóganes simplistas. La novela describe el ambiente vivido en los años de las décadas de los 70 y 80 del siglo XX en Italia. Además, se intercalan capítulos en los que se relata la vida con los partisanos de su padre. El final es como el de otros jueces que fueron asesinados. El escritor, que nació casi en los años que se relatan aquí, ha buceado en la vida de unos y de otros, pero no pone en pie de igualdad los motivos de unos y de otros. A Colnaghi le mueve el deseo de lograr una sociedad mejor y a los terroristas el destruirla, por considérala burguesa e injusta. El libro aprecia matices que evitan convertir a los personajes en caricaturas. Recibió el premio Campiello en 2014, por su defensa de la libertad y dignidad humanas. Sobran expresiones poco respetuosas que no aportan nada al relato.