Peñalosa, J. A.: Todavía hay primavera. Todavía (antología poética).

Arredondo es autor del prólogo y quien ha seleccionado los poemas, de diez libros de Peñalosa (1921-1999), poeta mexicano. Peñalosa es uno de los máximos representantes de la Generación del 50. Sacerdote, profesor universitario, académico. etc. La introducción sitúa en su tiempo al poeta mexicano y adelanta las claves de una poética que algunos han resumido como el cantar de las cosas leves. Hay en Peñalosa una influencia franciscana; el poeta consigue dotar a su poesía de una religiosidad cercana, paternal, sencilla que protagonizan personajes humildes e intrascendentes. Como escribe Arredondo, es su manera poética de resaltar la dignidad y la sacralidad de los más vulnerables que en muchos momentos adopta los ojos y la voz de un niño. Tras esta poesía trascendente y optimista se encuentra un poeta con una exquisita formación cultural, académica y religiosa con la que afronta el reto de actualizar el mensaje poético y religioso con temas y actitudes muy contemporáneas. En este sentido, hay que resaltar el protagonismo a la naturaleza, que adquiere vida y un significado hasta religioso. Señor, / da siempre a los poetas la mirada de los niños. / Que todo les parezca nuevo y limpio, como recién / salido de tu creación, escribe Peñalosa en el poema titulado Oración por los poetas, versos que resumen de manera acertada su poética del asombro ante el mundo que le rodea. El resultado es un canto agradecido a la vida, a la redención, a la belleza de las criaturas y sobre todo al hombre, al que contempla con ternura y misericordia. Hay alegría, humor e ironía, sobre todo al referirse al consumismo, al afán de riquezas, de poder... El estilo es muy personal. Hay metáforas y comparaciones sorprendentes, fruto de la observación atenta de la naturaleza, de la vida cotidiana, etc. En su obra hay hondura teológica y antropológica, así como experiencia del autor en su trato con Dios y las personas.