Defoe, Daniel: Robinson Crusoe.

   Una de las novelas más famosas del siglo XVIII, que se ha convertido en un clásico. El relato toma referencia de un suceso ocurrido realmente: la historia de un marinero escocés, Alexander Selkirk, que pasó varios años solo en una isla a la altura de Chile. La obra de Defoe está protagonizada por un náufrago inglés que logra sobrevivir en condiciones similares durante veintiocho años en una isla. Desarrolla su ingenio para resolver los problemas; primero recuperando del barco que naufragó todo lo que pudo. En un determinado momento, unos nativos vinieron a la isla; el náufrago se ocultó y logró a partir de ese momento la compañía de Viernes, un nativo de la región. Escrita en forma de diario, alterna descripciones con ideas del protagonista, un personaje que es prototipo del hombre que sale adelante con su propio esfuerzo. La figura de Viernes, refleja un modo de pensar: el salvaje en su estado natural es bondadoso, es la civilización que deteriora al ser humano. Tomada la idea con la radicalidad que aparece en el relato, pudiera darse en casos singulares algo similar, pero no sirve como elemento general. El ser humano es sociable por naturaleza y, si la sociedad está bien regida, se producen beneficios mutuos de esa convivencia. Hubiera bastado una enfermedad grave para que el relato se hubiera frustrado. Desde la publicación de este libro se publicaron otros similares, pero no de la calidad de éste, así como su originalidad a pesar de esa visión idealizada del buen salvaje. El libro, como se puede percibir, permite diversos niveles de lectura. Uno es verlo como un libro de aventuras, bien escrito y con un argumento de interés; otro nivel es ver la capacidad humana para resolver problemas cotidianos en situaciones de necesidad; un tercero es la transmisión por medio de una novela de ideas que en mayor o menor medida eran compartidas por intelectuales del siglo XVIII. Ciertamente el ser humano tiene la capacidad de deteriorar a otras personas con la explotación de sus bienes o convirtiendo en esclavos a otros seres humanos. También es cierta la capacidad de las personas para reaccionar de forma comprometida ante emergencias próximas o lejanas. Además de otras posibles formas de abordar su lectura, caben soluciones intermedias que compaginan unos aspectos con otros.