Ordeig, J.: El Dios de la alegría y el problema del dolor.


El autor aborda una cuestión que ha provocado, por malas explicadas o entendederas, sufrimiento, e incluso reacciones de rechazo a Dios. El autor explica con detalle qué es legítimo atribuir a Dios y qué no. En todo caso, en ocasiones las emociones interfieren el razonamiento de quien sufre un dolor. Si ya es complejo el tema, más lo es cuando la situación emocional propende a la confusión. Lewis, que había escrito un ensayo que tituló El problema del dolor, a la muerte de su esposa por un cáncer, escribió Una pena en observación. Saber lo que aquí se comenta Ordeig ayuda a ser prudente al hablar, a la vez que se evita pensar que Dios se dedica a enviar dolores y problemas.

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