Sánchez Adalid, J.: El caballero de Alcántara.

Varias novelas del autor giran alrededor de la familia de Luis María Monroy; este vástago de la familia, tras sufrir cautiverio en Estambul, regresa a España. Pocos meses después de llegar a la casa familiar, es propuesto para recibir la Orden militar de Alcántara. Debe cumplir el requisito llamado noviciado, de un año, en un monasterio. Nombrado caballero de esa Orden Militar, recibe el encargo real de ir a Estambul; allí entrará en contacto con una antigua familia de judíos portugueses, que le permitan conocer los planes previstos en Estambul para hacerse con el Mediterráneo. El autor sitúa la acción entre 1568 y 1570, bajo el reinado de Felipe II, quien se enfrenta a la amenaza del imperio turco y la guerra en Flandes. Monroy viaja como comerciante turco, acompañado por otro joven de noble cuna y por un especialista en tejidos, un empleado del monasterio de Guadalupe. El secreto rodea el viaje y un error supone jugarse la vida. Llegan a Venecia y desde allí salen rumbo a Estambul en donde un judío que Monroy conoció en sus años de esclavitud lo acoge con afecto. Entrar en contacto con la familia de los Nasí, que fue expulsada de la península y posee en la actualidad un emporio en Estambul, es una labor delicada. Monroy se enamora de una hija del judío que le acoge y el jefe de la casa de los Nasi descubre pronto su verdadera personalidad. Se prepara una campaña para hacerse con Malta, cuya conquista han intentado varias veces antes; estamos a las puertas de la batalla de Lepanto. Que los turcos rompan las relaciones con Venecia en una ayuda para contar con ellos en la armada que la cristiandad prepara. Venecia era una potencia naval de primer orden. Monroy regresa a España con esa información valiosa; se viene con él la joven Levana, una joven judía de quien está enamorado. Quizá todo sale demasiado bien, pero es un relato que refleja el crisol de intereses que se reúnen en Estambul, el poderío turco que pudo crecer de no mediar la batalla de Lepanto (1571). El anexo ayuda a discernir qué es real y qué es novelado, aunque resulta algo confusa.