Pérez, Joseph: Los comuneros.




El historiador francés estudia un hecho del que se han dado varias interpretaciones. No debe sorprendernos su afirmación valorando escritos; dice que algunas personas no han leído los documentos que están en archivos históricos.

Por desgracia, también entre historiadores hay personas que no son buenos profesionales. El tema tratado tiene lugar entre 1520 y 1523. Cuando Carlos I, tras convocar unas cortes en Galicia, sale de Castilla para aspirar a ser emperador, es un desconocido para los españoles; no sabe castellano, tiene 20 años, se ha criado en los Países Bajos y deja los cargos del gobierno en manos de extranjeros. La reacción es una sublevación, con fuerza en ciudades como Segovia, Toledo y Salamanca. Salvo Andalucía, en donde apenas tuvo eco este suceso, se produce una agitación en varias ciudades y se forman ejércitos que rara vez superan los 10.000 soldados. ¿Contra quién se rebelan los Comuneros? No es una revuelta social. La monarquía tiene tanto peso que no es cuestionada; buscan a la reina madre, doña Juana, pero no firmó ningún documento que les sirviera. Los Comuneros manifiestan su nulo interés porque su rey sea emperador; menos con su dinero; donde lo esperan es en Castilla. En abril de 1521 hay un enfrentamiento entre tropas a disposición del rey, cuyo jefe es Adriano, con tropas de los Comuneros, que son derrotadas. La consecuencia final fue ajusticiar a varios líderes comuneros: Padilla, Bravo y Maldonado, etc.; la esposa de Padilla mantuvo varios meses encendidas las demandas, pero el movimiento se fue apagando. En 1522 se emitió un Edicto de Perdón. El balance final fue: 23 personas ejecutadas, 20 condenados a prisión, que mueren durante la reclusión, y 50 más que salieron de la cárcel tras pagar una multa, la prohibición de desempeñar cargos, etc. Entre los Comuneros había líderes urbanos: frailes, comerciantes, caballeros, etc. La alta nobleza temió que tuviera tintes sociales la rebelión y se mantuvo a la expectativa. Sofocada la revuelta, no se repitió otra situación similar. La revuelta de las Germanías, que tiene lugar en esas fechas, se circunscribe a una parte del reino de Aragón y es distinta al tema que nos ocupa. Si con el tiempo Castilla asumió o no los compromisos que los reyes adquirieron, debe estudiarse con perspectiva. Al comenzar el reinado de Carlos, los castellanos querían un rey que supiera castellano, que sus colaboradores fueran castellanos y él residiera ahí y no en los Países Bajos.

¿Llegó a darse una simbiosis entre los ideales de los Austrias y los de los castellanos? Más que una respuesta global, sería preciso tener datos para formarse un juicio.

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