Ginzburg, Natalia: Todos nuestros ayeres.





Publicada en 1952, esta novela cuenta los sucesos que giran alrededor de dos familias italianas durante los años de Mussolini; con la clara señal de separación del comienzo de la segunda Guerra Mundial y, sobre todo, de la entrada de Italia en la guerra. Lo que comienza siendo el relato de historias que coinciden y se separan, con el paso de las páginas el relato prescinde de algunos personajes y se centra en la vida de Anna, la menor de las hermanas de una de las familias, niña al principio y madre después. Sus escarceos sexuales con un compañero de estudios le llevan a quedar embarazada y abandonada por el joven, que se limita a darle mil liras para que aborte. Pasa por horas de amargura y soledad, con el dilema de fondo de cómo actuar. Su matrimonio con Cenzo Rena y su traslado al pueblo de este parecen dar un viraje a la situación personal. Si ya había pasado por la amargura del suicidio de su hermano, ahora vendrán las horas de tedio en un pequeño pueblo donde todos se miran a todos; las pequeñas miserias humanas se reflejan bien en el comportamiento de sargento, que da pena por su vida al socaire de los acontecimientos. No es una novela de grandes personajes, sino de abundantes pasajes en los que conviven detalles nobles con otros mezquinos, dibujando un panorama de Italia en aquellos años preciso, si bien históricamente pueden quedar dudas sobre su rigor. No importan tanto como documento histórico sino como pinceladas de vidas y momentos de la historia pequeña que acompaña a los grandes sucesos de la historia.

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