Silva, Lorenzo: Castellano.



Libro que no tiene como objetivo ser un libro histórico, aunque dedica mucho espacio a la revuelta y/o revolución de los Comuneros. El autor, de familia oriunda de Castilla y de Andalucía, ha vivido durante años en Cataluña, se plantea si Castilla tiene una identidad que la defina, y en caso afirmativo, cuál. Lo más práctico es leerle y sacar las conclusiones que el lector considere oportunas. Revisa el origen histórico de Castilla como Reino, los documentos que tenemos más divulgados, como el Poema del Mío Cid, cuyo fundamento histórico es muy endeble, o los claroscuros de la aventura castellana en América en sus inicios. Se centra más en Pizarro que en Hernán Cortés, menciona la elaboración de las Leyes de Indias y tras hablar de la Castilla de Cervantes, cita de forma somera a Machado, Azorín y a otros autores que han abordado Castilla en sus escritos. No faltan reflexiones personales al hilo de visitas o estancias en ciudades de América en las que se aprecia su pasado, o ciudades españolas que fueron objeto de hechos históricos. Madrid quizá no refleja en su conjunto la esencia de Castilla, si existe ese rasgo definitorio. Que dedique buena parte del libro al periodo entre 1520 y 1522, induce a pensar que en esos años se ven rasgos que muestran la libertad de la que hacen gala los miembros de las Cortes, con el peso de los representantes de las ciudades. Si en la primera ocasión fue para aceptarlo como rey, ahora es para aprobar los impuestos serán destinados al subsidio que Carlos busca para lograr ser proclamado emperador. Llama la atención las condiciones que ya le habían puesto en la jura: hablar castellano, residir en el reino, no dar cargos a los flamencos que le han acompañado, etc. El motivo que da pie a la revuelta de los Comuneros será fruto de varios factores, pero uno importante es que si Carlos pretende reinar en Castilla, mucho tiene que cambiar. Los castellanos no tienen interés en que su rey sea emperador, sino en que viva en su reino. Las posturas se fueron radicalizando; tanto que lo que empezó como una revuelta se fue convirtiendo en la fase previa a una revolución. El enfrentamiento en Villalar entre las tropas que apoyaban a Carlos y las de los líderes comuneros, terminó con la victoria de los primeros y el ajusticiamiento de Padilla, Bravo y Maldonado, tres de los líderes comuneros. Que Carlos I fue asumiendo aquella petición, se aprecia en las consideraciones que hace a su heredero, futuro Felipe II, con respecto a los reinos de España. No es casualidad que la corona imperial pase al hermano de Carlos, Fernando.

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