Fernández Vaciero, L.: Azul turquesa sobre negro azabache.

Logrado relato del autor. Dos jóvenes de Camerún se proponen viajar hacia Europa, Nayah huye del compromiso de matrimonio que su madre ha concertado para ella. Akem desea lograr dinero suficiente para atender a su madre enferma. Ambos jóvenes se conocen desde hace años y ya ella rechazó su ofrecimiento matrimonial, pidiéndole que su trato se limite al de amistad. Para ir desde donde viven hasta las costas de África deberán recorrer una gran distancia; unas veces amontonados en un vehículo que apenas reúne condiciones para viajar; otras bajo el sol de la zona desértica que tienen que cruzar. Siempre, con el miedo de que la guerrilla, bandidos o las mafias, les atrapen en sus redes. Pronto descubrirán que no basta llegar a la costar del norte de Europa, que hay mafias que controlan el paso, dispuestas a pedir crecientes cantidades de dinero con medios para lograrlo contrarios a la dignidad humana. El autor no entra en detalles, pero relata con realismo las dificultades que van encontrando, hasta que un día se puedan ver en una embarcación hinchable que no garantiza poder llegar a la costa española. Una vez en la península, el idioma será una barrera; ellos hablan francés. No faltan ocasionales personas que les ayudan de forma desinteresada, pero tampoco faltan los que por ser inmigrantes son sujetos de sospecha. En paralelo, un joven español, David, hijo de padres divorciados, malgasta el dinero en una carrera que no parece llevar a buen puerto. El encuentro entre David y Akem se produce en la orilla del mar, pero en condiciones que no hubieran deseado. La narración está llevada con buen pulso y mantiene hasta el final la duda sobre si lograrán quedarse y ver cumplidos sus sueños o si serán devueltos en caliente a su país de origen.