Roberts, Andrew: La tormenta de la guerra.



El autor relata inicialmente los pasos dados por Hitler para llegar al poder. Al morir Hindenburg, en 1933 el jefe de los nazis acumula todo el poder. Mientras van construyendo armas, toma de decisiones de anexión de territorios, ante la postura de contemporizar de los políticos de Francia y Gran Bretaña. Churchill, quién en su vida había tenido abundantes fracasos tuvo la claridad mental de ver que Hitler era insaciable. Cuando el 1 de septiembre de 1939, Alemania invade Polonia, Gracias Bretaña le declara la guerra. Pocos días más tarde la Unión Soviética, según el pacto con Alemania la invade por el este e intenta la conquista de Finlandia, donde encuentra una fuente resistencia. La invitación de Bélgica con la intención de llevar a París, será la primera demostración de un modo nuevo de hacer la guerra, al ritmo de la velocidad de los carros de combate. En poco tiempo se logra formar la bolsa de soldados ingleses en Dunkerque y la rendición de Francia. Muchos soldados pudieron ser repatriados a Gran Bretaña y Francia dividida en dos zonas, si bien bajo la autoridad alemana. Petain al verse importante para frenar a los alemanes optó por una rendición que le permitía una pequeña autonomía. La voz del general De Gaulle será durante un tiempo la más sonora de la resistencia. La batalla aérea contra la RAF y los bombardeos sobre ciudades no doblegaron a Gran Bretaña. En pocos años veremos una rápida evolución de las armas de guerra, en potencia de fuego y en cantidad. La Guerra en el Norte de África y en los Balcanes muestra la supremacía del Eje; en diciembre de 1941 con el bombardeo nipón a la base naval de Pearl Harbor. La entrada en la guerra de Japón y Estados Unidos la convierten en Mundial. La fuerza inicial de Japón y la ayuda de Estados Unidos a Gran Bretaña son el preámbulo de la producción masiva de armas de Estados Unidos y más tarde de la Unión Soviética, serán parte esencial para la derrota de las potencias del Eje. Cuando en 1941 Hitler ponga en marcha la Operación Barbarroja la guerra llegará a una escalada en todos los órdenes. Vencido el Afrika Korps las batallas decisivas serán la lucha feroz por Stalingrado y la de Midway en el Pacífico, serán dos indicios claros del inicio de la iniciativa de los Aliados en la guerra. Mientras, la idea de la supremacía aria lleva al fanatismo del Holocausto y de la renuncia alemana a ganarse el apoyo de pueblos sometidos en la Unión Soviética que inicialmente los vieron como posibles liberadores. Tras el intento de romper la fortaleza europea por Italia, vendrá la mayor operación de desembarco de la historia, el día D. Junio de 1944 supone el comienzo de un final al alcance de sus tropas. En oriente la guerra era igual de feroz; isla a isla, con un resistencia de los japoneses feroz y con un final tan fuerte que provocó la rendición tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Fue una guerra con 50 millones de bajas, la destrucción de infraestructuras y el uso de medios nunca vistos como la bomba atómica, el bombardeo de poblaciones civiles o campos concentración que se convirtieron en lugares de exterminio sistemático. El libro relata con detalle la guerra; se centra casi exclusivamente en los aspectos bélicos. Para los occidentales resulta menos conocida la guerra en oriente, que venía precedida por sucesos como la masacre de Nankin, en la que varios cientos de miles de chinos murieron a manos de los japoneses. Ya durante la guerra hubo lugares en donde la ocupación japonesa dejó serías heridas, como los experimentos médicos con prisioneros o la brutalidad con las mujeres. En otros lugares como Filipinas o Birmania se dieron casos similares. Llama la atención los casos de crueldad, pero la mayoría murieron de hambre, de heridos de guerra o de desnutrición. En cuanto a cuestiones que aborda de forma tangencial, acusa a la jerarquía católica de ser poco fuerte con los nazis en su actuación diplomática; si bien hubo casos de pasividad poco justiciable, en otras ocasiones hubo cartas pastorales de obispos que fueron respondidas con violencia contra los católicos de sus diócesis. Es probable que hubiera omisiones por cobardía, al igual que hubo mártires. El libro es riguroso en las cuestiones bélicas, en donde el autor se mueve con soltura. El autor ha tenido el buen criterio de dedicar la mitad del libro siguiendo un orden cronológico y geográfico. La otra mitad son explicaciones de las notas numéricas que ha colocado a lo largo de la primera parte, del relato.

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