Olalla, Pedro: Palabras del Egeo.



Pedro Olalla, (Oviedo, España, 1966) es escritor, helenista, profesor, traductor y cineasta; desarrolla su actividad profesional en colaboración con editoriales e instituciones educativas y culturales de diversos países del mundo. Desde hace más de treinta y cinco años, mantiene una intensa relación con Grecia, país en el que se inició en el helenismo y en el que, en 1994, fijó su residencia. Sus obras exploran y dan a conocer la cultura griega y humanista combinando elementos literarios, plásticos y científicos con un estilo muy personal. En este libro comienza buceando en la filología, mostrando el origen de diversas palabras y sus raíces griegas. Más adelante en una carta a un joven que llegará en breve a Grecia, le va anticipando aspectos que encontrará. La lectura de esta información que le envía sirve como preparación para valorar lo que allí no le dará tiempo a hacer. Es mucha la información de la que dispone porque lo que hemos llamado el mundo helénico es muy anterior a Homero. Mediante restos arqueológicos, textos de diverso origen, e interpretación reciente de formas de lenguaje que hasta fechas recientes no se habían conocido, se descubre que la vida humana en el Egeo fue mucho más rica de lo que suponíamos; partieron expediciones en busca de estaño a lugares tan variados como las costas de Cornualles, o a los lagos del norte de Estados Unidos a los que accedieron por el rio Misisipi o desde la península del El Labrador. El conocimiento de las estrellas que tenían les permitía navegar con más seguridad de que suponíamos. Su conocimiento del Océano Atlántico les permite usar las corrientes marinas que siglos más tarde se usaron para ir a América. Es como retroceder en el tiempo a lo que hasta ahora llamamos neolítico y descubrir que entonces ya tenían adelantos propios de la edad de bronce. El autor tiene una forma de exponer que fascina al lector; requiere una lectura pausada, y mejor si es con un mapa a la vista para poder ubicar cuando habla de una pequeña isla de las muchas que hay en el Egeo. Estar en la punta de lanza de la investigación helénica permite conocer antes grandes novedades o descubrir que una teoría que se había elaborados sobre unos supuestos, no queda demostrada al fallar la base en la que se sustenta. En todo caso, en entrar en un mundo poco conocido para el no especialista y que abre muchas puertas a otras investigaciones. En este libro, describe, en diez capítulos, dirigidos a su hijo Silvano, y con un tono divulgativo, sus conocimientos y sus hipótesis sobre los orígenes de la cultura griega, que resultan novedosos. Da sentido al subtítulo: El mar, la lengua griega y los albores de la civilización. Dicho lo anterior, es obvio que no todas sus afirmaciones tienen el mismo peso. Unas son claras y otras no son hipótesis con más o menos fundamento. El lector debe saber discernir entre lo que es contundente por las pruebas aportadas de lo que debiera esperarse a tener más información segura para poder darlo por cierto.

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