Chesterton, G. K.: Ortodoxia.



Este autor durante años, me ha parecido ideal para citar párrafos breves y complejo para leer sus obras, salvo las novelas que protagoniza el padre Brown. En esta ocasión estoy leyendo una traducción hecha y comentada por el Dr. Lorda, quien la ha ido madurando durante veinte años. Aporta y texto más suelto y comprensible; lo que no cambia, porque no debía hacerlo era modificar su estructura. Este libro fue publicado en 1908, cuando el autor tenía 34 años. Viene de un pasado ateo y queda más de una década para que se haga católico. Pero no es una obra de transición; lo que escribió lo asumía por completo siendo católico. La mayoría de los ensayistas enlazan ideas y, para ilustrar las, incluyen alguna paradoja. En este caso, se podría afirmar que el autor actúa a la inversa. Sus paradojas son continúas y ocasionalmente incluye algún párrafo en el que no las utiliza. Hombre polemista, a la vez que risueño y con una capacidad de hacer amigos, también entre sus contrincantes, fuera de lo común. Esta traducción ayuda a una mejor lectura del libro, pero como hemos dicho, no cambia el estilo. A algunas personas le será más sencillo leerle, a quien ya le gustaba lo que dice y cómo lo dice, disfrutará más. No faltará quién lo vea más cercano, pero lejos del estilo que le gusta. Chesterton fue chispeante, polémico y lo seguirá siendo, pero quién conozca su biografía admitirá mejor el valor del libro.

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