Silva, Daniel: El golpe.

Nuevo capítulo entre las novelas de intriga que protagoniza Gabriel Allon, agente secreto israelí. Vive en Venecia y se dedica, aparentemente, a la restauración de obras de arte, lo que realiza con maestría, a pesar de no ser su principal labor. Se ha producido el robo de un valioso cuadro de pintor tenebrista Caravaggio (1571-1610). Su posesión, si no ha sido un encargo director de quien la posee, se la disputarán varios grupos dedicados a la venta ilegal de obras de arte, tarea que tiene un volumen económico similar a la venta de armas, para hacernos una idea. Gabriel investiga el asesinato de un mecenas británico en cuya casa aparecen cuadros que también fueron pintados por Caravaggio; con los datos disponibles, la sospecha apunta al actual presidente de Siria, quien dispondría de hombres de confianza para realizar la operación. No parece que esa debiera ser la ocupación principal de Gabriel, pero un alto militar italiano está interesado en que esa cuestión no provoque revuelo social. Gabriel se implica en una operación junto con el MI6 británico. La finalidad parece ser que es mostrar a la opinión pública la imagen de la escasa fiabilidad del mandatario sirio. Se produce una lucha entre espías de Siria e Israel, que buscan anular los pasos que dé el enemigo, sin reparar en los medios para logarlo. La crueldad siria lleva a los israelíes a usar todos sus medios técnicos disponibles y reciban la ayuda de otras personas dedicadas al espionaje y contraespionaje. Silva escribe con soltura; tiene un estilo ágil e intenso, que atrae la atención del lector. Por la agilidad de los movimientos y la variedad de personajes que participan, compensa hacer una lectura sosegada, de forma que el lector sepa, al menos, dónde se desarrolla la acción y quienes la llevan a cabo. El cierre de la novela despeja dudas al lector. Dedica atención a la vida personal del agente pero de forma secundaria.