Maxwell, J. C. 17 cualidades esenciales de un jugador de equipo.



Tras la lectura del libro se aprecia mucha experiencia y horas de trabajo. Me gusta más este título que otro con el que salió antes en América, que hablaba de leyes en lugar de cualidades, porque Maxwell pone el foco de atención en las personas y parece que su planteamiento es honesto, es decir que sí que considera que lo primero son las personas. Usa ejemplos gráficos para mostrar algunos rasgos: la escalada al Everest que culminó con el primer éxito en la historia, el trabajo que en 1970 desarrolló la NASA y las personas que, de una forma u otra, colaboraron en el proyecto Apolo XIII. Quizá será recordada siempre la llegada del primer hombre a la luna, en el Apolo XI, pero conseguir que volvieran los astronautas de una misión posterior demuestra la fortaleza del proyecto que hizo posible lo primero. Los ejemplos que pone son de EE. UU., porque es el país que mejor conoce. Así, relata el compromiso de expresidente Carter en un proyecto de construcción de viviendas sin ánimo de lucro o la trayectoria de Powell hasta llegar a ser Consejero de Reagan y luego de Bush. Formar personas con capacidad de compromiso, honestas para no murmurar, laboriosas y competentes, permite elegir ahí a quienes pueden formar equipos duraderos, sabiendo que las cadenas se rompen por el eslabón más débil y que se requiere la sabiduría que demostró Lincoln cuando afirmó: “Casi todos los hombres pueden enfrentar la adversidad, pero si usted quiere probar el carácter de un hombre, otórguele poder”. Competencia profesional e integridad personal son dos rasgos que no pueden faltar en los componentes de un equipo con proyecto de futuro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Índice

Fulwiler, Jennifer: Un encuentro inesperado.