Cognetti, Paolo: Las ocho montañas.





Novela ambientada entre el siglo XX y el XXI, en el norte de Italia.

Pietro es hijo único de un químico, Piero, y de su esposa, asistenta social. Veranean en los Alpes; allí Pietro conoce a Bruno, hijo de un albañil del pueblo cercano. Desde los ocho años, ambos esperan el verano para disfrutar por las montañas de las Dolomitas; Bruno conoce la zona como la palma de la mano. Piero no fue aceptado por la familia de su esposa y tras años de intentarlo, perdió el trato con ellos. Al llegar desde Milán, Piero se transforma, mira con detalle el mapa y al amanecer salen padre e hijo hacia las cumbres, especialmente a Monte Rosa. La madre mantiene la conversación familiar y las relaciones de la familia. Piero cuando conoció a Bruno comenzó, sin proponérselo, a tratarlo como a un hijo, pues a su padre real Bruno apenas le trata. Piero y Bruno se entendían sin muchas palabras; tanto es así que al negarse Paolo a seguir con el plan de monte, fueron su padre y Bruno quienes mantuvieron la costumbre. Paolo se fue a vivir a la ciudad y rodó por diversos trabajos sin encajar en ninguno; luego se fue a Nepal a grabar un documental, aprovechando una expedición al Anapurna. A Paolo le interesaba saber cómo vivían los nepalíes y procuraba estar con ellos más que con los miembros de expediciones que llegaban para hacer cumbres. El padre de Pietro, Piero, murió joven, y legó un terreno a su hijo en la montaña. Piero y Bruno trabajaron duro los cuatro meses más cálidos del año, hasta conseguir una casa habitable y resistente. Piero en una visita fue con Lara, una joven con la que vivía aun sabiendo que que esa relación no cuajaría. Bruno y Lara congeniaron y pusieron en marcha una explotación ganadera para fabricar quesos y venderlos. Tuvieron una niña, Anita; pocos años después se hundió el proyecto ganadero; Lara se fue con Anita a vivir con sus padres y Bruno siguió en la montaña. Unos años después, a Piero le llegó la noticia de la desaparición de Bruno. Pudo morir en una avalancha de nieve o irse a otro lugar. Sorprende la difusión de una novela bien escrita pero que, salvo en el caso de la madre de Pietro, relata retazos de vida de personas que no encuentran su lugar en la sociedad, que no asumen compromisos porque no saben lo que quieren; son errantes a la espera de lo que la vida les depare.

Refleja la forma de vida en puntos de reunión de montañeros; unos buscan el sentido de su vida en las montañas, otros realizan labores sociales en los lugares que encuentran y algunos van y vienen sin hacerse preguntas.

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