Marrodán, Javier: Tirar del hilo.

   El autor, nacido en 1966, relata desde Roma durante el confinamiento debido al Covi, su hilo vital desde Pamplona hasta Roma. Estudió en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y durante muchos años fue periodista del Diario de Navarra; con los años su trabajo se centró en cubrir las noticias de los atentados de ETA en Navarra, cuatrocientos. Más tarde siendo ya doctor, dio clases durante años en la facultad en la que él había estudiado y en algunos años fue director de la revista Nuestro Tiempo. En este hilo salen muchos temas a relucir, uno es que supo estar en el momento y lugar adecuados para cubrir bien una noticia o para ayudar a algún alumno que pasaba por algún momento difícil.  No le faltaron ocasiones de conocer a enfermos de Sida o a personas que pasaban momentos difíciles en la vida, quizá porque no sabía o no quería decir que no. Dirigió la documentación del terrorismo de ETA en Navarra, que él su equipo documentaron con detalle; en la mayoría de los casos entrevistando a familiares de las víctimas. Muy pocos se resistieron a sus peticiones y casi siempre salían con lazos de amistad o al menos de afecto. Ese trabajo, más otras publicaciones que realizó, ofrecen documentación de primera mano sobre hechos que pocos años más tarde no se podría hacer por faltar el testimonio de los familiares de las víctimas. Marrodán entabla amistad con facilidad, pues desborda cariño con las personas, al margen de las ideas u otras posibles diferencias. En el libro, escrito con gran honestidad, relata desde el esfuerzo para pagarse los estudios hasta discursos ante el rey Felipe con motivo de algún acto relevante. Dentro de unos meses será sacerdote y servirá de otra forma pero en línea con lo que lleva haciendo más de cuarenta años. Un libro valioso para quien quiera conocer la vida de un periodista en un plano corto, para quien quiera descubrir modos de ayudar a otras personas, empezando por un trabajo bien hecho como fue su labor a la que más tiempo ha dedicado. Dejar por escrito tres tomos que recogen esos años de plomo que como periodista se sentía en la obligación de contar para que no pasen al olvido. Sin odios ni revanchismos, pero sin escamotear la verdad hasta donde los humanos podemos transmitir. Quien conozca bien Navarra valorará mejor algunos comentarios o sabrá identificar los muchos lugares que cita, bien con motivo de los atentados o de su afición montañera.   


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