Hitz, Zena: Pensativos.

    El prólogo tiene como subtítulo Cómo lavar platos restauró mi vida intelectual y en esas páginas narra su infancia, llena de libros y de naturaleza; fue pro profesora de filosofía antigua y a los 38 años, tras buscar en las religiones un sentido de la vida, se bautizó y siendo católica ingresó en una comunidad religiosa; allí decide volver al college de su juventud para enseñar a los clásicos. En el prólogo recorre sus estudios hasta conseguir un puesto de trabajo en una universidad del sur de los Estados Unidos, focalizada en el fútbol americano. Allí comenzó a trabajar como voluntaria en hospicios, centros de refugiados, etc. Desde ahí comienza un proceso hasta que fue bautizada en el 2006. Tras un periodo de búsqueda, en la que encuentra el afán de éxito como motor de muchos de sus alumnos y compañeros, llega a la conclusión de pensar que la universidad hacía casi imposible un diálogo y comunicación entre profesores y alumnos. Zena Hitz en su búsqueda entra en una comunidad religiosa dedicada a la vida contemplativa y a las tareas manuales del monasterio. Tres años más tarde se reincorpora a la docencia de la cultura antigua en un centro universitario. Ahora está convencida de la siguiente afirmación: si la vida intelectual es una parte del patrimonio humano, pertenece también a los seres humanos corrientes. Las formas de cultivar esa faceta dependerán de circunstancias buscadas o inevitables pero, en casi todos los contextos, es posible encontrar un tiempo para la reflexión. “Hay otras vías para alimentar la vida interior: tocar música, ayudar a los débiles y vulnerables, dedicar tiempo a la naturaleza o a la oración, pero el estudio es crucial” afirma en otro momento del libro. La tesis central del libro invita a repensar el papel de las universidades y las enseñanzas humanísticas en nuestra sociedad. Frente a la imagen de la Escuela de Atenas que transmite el pintor Rafael, Hitz defiende “una imagen mucho menos conocida de la vida intelectual, aunque mucho más antigua y más común en el arte europeo, en la que aparece una muchacha a la que le encantaba leer”. Se refiere en este comentario a la actitud de la Virgen María quien conocía la vida intelectual y tenía una fuerte vida interior: María meditaba estas cosas en su corazón, es una frase que aparece en los evangelios. Pone en el texto ejemplos de intelectuales, científicos, etc. En varios casos no se encontraban en las circunstancias idóneas para lograr lo que hicieron. Cada lector puede aplicar algunas ideas del texto a su situación particular.


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