Montiel, Jesús: La última rosa.

Una vez más nos sorprende el autor con un texto que parece poesía, que es prosa. Parte de la contemplación de una fotografía famosa. Quién busque las fotografías que se conservan de Josef Sudek, quizás el mejor fotógrafo checo en el siglo XX. A la vez, Montiel, sin olvidar esta imagen, piensa en un suceso autobiográfico. Al hilo de los sucesos ordinarios, evoca otros que el amor hace trascendentes. Su fina sensibilidad le ayuda a descubrir en detalles inadvertidos para la mayoría, un recuerdo, una idea, una sensación que luego es capaz de poner por escrito. El dolor, propio o ajeno le duele pero, antes o después, se abandona en la confianza en Dios. Si tratáramos de entender todo, muchos acabarían locos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Índice

Fulwiler, Jennifer: Un encuentro inesperado.