Gaskell. Elizaberth: Norte y sur.

En esta novela se muestran las diferencias que a mediados del siglo XIX existían entre la burguesía del sur de Inglaterra, cuya economía se apoyaba en la posesión de tierras, y la burguesía del norte, con empresarios del sector textil en su mayoría. El relato comienza cuando un párroco rural entra en crisis y renuncia a la parroquia que tenía asignada. Se irá a vivir al norte, él, su esposa y la hija de ambos. La obra tiene algún apunte biográfico, pues conoció personas como las aquí reflejadas. La familia se instala en una pequeña población y el padre sobrevive dando clases particulares. La madre tiene una salud delicada y pasa largas temporadas en la cama. El señor Hale se siente culpable por el estilo de vida que tienen que llevar, y el clima insano para su esposa. Margaret, la hija, tiene un carácter decidido. Tienen otro hijo, Frederick, que huyo de Gran Bretaña para no ser juzgado por encabezar un motín en un barco. Margaret conoce a un empresario textil joven, Thornton; se gustan el uno al otro, pero quizá una petición de mano precipitada o una respuesta poco acertada romperían una situación sin consolidar. La intervención de Margaret para impedir la violencia en una huelga es mal vista por la madre de Thornton y, aunque este visita con frecuencia su casa para recibir clases del sr. Hale, evitan hablar entre ellos. La hija conoce familias que sufren la penuria del hambre por las condiciones laborales y el efecto de las huelgas. Thornton entabla contacto con obreros que le facilitan comprender su situación, pero mientras ha contratado obreros irlandeses para cumplir un importante pedido. La muerte de la Sra. Hale sume en depresión a su esposo. La visita, a escondidas, de Frederick provoca un malentendido que tarda en aclararse. El tema es interesante, pero se hace lenta al lector que adivina algunas situaciones con antelación. Un amigo del sr. Hale le convence para pasar unos días en su casa; el Sr. Hale fallece de forma inesperada. El clérigo que le ha invitado atiende todas las circunstancias y ante la falta de hijos propios, nombra heredera a Margaret. La autora se recrea en los adjetivos, a la vez que ofrece una visión del entorno familiar y social que ayuda a comprender la situación que muestra.