Rodríguez, A.: Urdaneta y el tornaviaje.
Rodríguez, A.: Urdaneta y el tornaviaje. Ed. La Esfera de los libros, 2021. NOVELA HISTÓRICA
El autor, de forma amena y precisa, relata los hechos llevados a cabo por Andrés Urdaneta. El contenido viene precedido por navegaciones de otras personas de la época. Urdaneta tenía 18 años y vivía en la actual Ordicia (Guipuzcoa); ambos se conocerían quizá de su infancia, pero es al volver Elcano, reciente su vuelta al mundo, cuando éste se fija en Urdaneta para un viaje que no tardó en emprender. Fueron varias naves, al mando de Loaysa y con Elcano en un puesto relevante. Urdaneta iba como ayudante de Elcano pues era el primer viaje largo que hacía. Sus dotes de observación y el deseo de aprender, hicieron que aprovechara la oportunidad. Loaysa y Elcano fallecen durante el viaje, en 1527, y los supervivientes, al llegar a las Molucas, pasan mucho tiempo en disputas con portugueses e indígenas. Urdaneta logró regresar a España y se embarcó otra vez; viaja con Alvarado y con el futuro virrey Mendoza. Ganó prestigio y participó en varias expediciones. Entando en América tomó la decisión, en 1553, de profesar como agustino en un convento de México; luego fue ordenado sacerdote. Los españoles sabían cómo ir a Oriente, pero no cómo volver hasta América, evitando viajar por el área portuguesa y lograr además un viaje más rápido. Tras cuatro intentos fallidos, teniendo en cuenta la importancia que tenía esa cuestión para España, Felipe II, conocedor del prestigio del marino de quien tratamos, dispuso que éste viajara en una expedición. Sólo en altamar, en 1564, Urdaneta supo el destino concreto, pues su conciencia no le permitía viajar a tierras que correspondieran a Portugal. Asentados en unas islas, Filipinas en honor al rey de España, cuando llegó el momento regresar al actual México, bajo las indicaciones de Urdaneta, subir mucho en latitud y luego viajar en dirección este hasta llegar a Acapulco; era el año 1565. Un viaje a España para informar al rey del viaje realizado fue seguido del regreso a su convento en México, hasta su muerte en 1568. Desde ese momento, durante décadas, funcionó el Galeón de Manila, que transportaba material de Oriente que interesaban en Occidente y llevaba plata a Oriente, metal muy apreciado por los chinos.
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