Chacón, I.: Los silencios de Hugo.

Chacón, I.: Los silencios de Hugo. Ed. Contraluz, 2021.                      NARRATIVA

 A finales del siglo pasado, la vida de Hugo podría estar entrando en la recta final. Su vida ha estado marcada por la rebeldía que fue frecuente en las últimas décadas del siglo pasado en España. Hugo se fue de casa para irse a vivir a un poblado en donde una comuna de hippies compartía su estilo de vida. Su mejor amigo decidió casarse y volvió a su estilo de vida previo. Olalla, la hermana de Hugo, está en una situación difícil; es el puente que une a sus padres con el hijo rebelde. La joven pasó la polio en la infancia y le ha dejado una ligera secuela, quizá por eso se empeña en ser tan independiente. Hugo ha vuelto al entorno familiar, pero está empeñado en vivir una asepsia en el uso de la ropa, de la vajilla, etc. Además evita, siempre que puede, las reuniones; como si temiera enamorarse y causar daño. La mejor amiga de Ollala ha intentado acercase a él, pero Hugo pone todas las limitaciones posibles. Unos años más tarde, las personas principales de su entorno, salvo sus padres que ya han fallecido, se reúnen para acompañar a Hugo en lo que podría ser el tramo final de su vida. Tras haberse desenganchado del consumo de droga, un antiguo compañero le avisa del riesgo de haberse contagiado de SIDA, por haber compartido una jeringuilla. Las reacciones son diversas, condicionadas porque están agotados por la atención permanente a Hugo, algo que él quiso evitar pero que ahora asume. Cuando es hospitalizado, la familia de Hugo se reúne en la sala de espera del hospital. La doctora que le atiende quiere probar un tratamiento experimental. Cada uno de los que está allí ha vivido en su entorno las diversas reacciones ante los enfermos de SIDA. Si responde bien, quizá evite ser uno de los miles de pacientes que mueren en aquellos años en occidente. Se reúnen Josep, sus amigos Manolo y Yolanda, también Helena, quien ya puede manifestar su enamoramiento de Hugo. Pero falta Olalla; ha estado siempre a su lado, pero no atiende el teléfono desde hace horas. En el relato se entremezclan el amor y el daño de los silencios, el intento de pasar por encima de las dificultades por la fuerza de los lazos familiares, aunque alguien se deje llevar por el miedo al contagio propio o de familiares próximos. Quien tenga una herida abierta por un suceso de este tipo, quizá no sea la persona idónea para leer el este libro. Si lo puede ser para quien ha vivido esos años sin que su familia se haya visto afectada directamente por alguno de los rasgos aquí mencionados. La novela es fuerte, pero tiene muchos datos reales, que la autora recrea en homenaje a un ser desconocido para el lector pero que le sirvió a ella para dar realismo al relato.