Rankin, Ian: Muerte helada.



El autor es un conocido escritor británico de novela negra. Este es uno de los capítulos de una serie, si bien se puede leer de forma aislada. La acción trascurre en Escocia. En esta ocasión, cuando varios agentes persiguen a unos supuestos secuestradores de la hija del alcalde de la ciudad, en un puente se produce un accidente en cadena que deja heridos al inspector y al conductor del coche. Rodeados por la policía los secuestradores se arrojan al agua desde la altura, muriendo a consecuencia de la caída. El suicidio sorprende a los policías. Rebus decide investigar más y descubre que la joven abandonó su casa y fingió un secuestro para obtener dinero. Tiempo después, un delincuente que acaba de salir de la cárcel se suicida, con una escopeta de cañones recortados, delante de un concejal que más tarde aparece asesinado. El inspector sospecha que hay alguna relación entre esos hechos, pero sus jefes le insisten en que abandone la investigación. Le fuerzan a que se tome unas vacaciones, que él aprovecha para seguir investigando. Su vida comienza a correr peligro, aunque algunos piensen que solo su trabajo está en riesgo. El protagonista descubre una trama en la que están involucradas muchas personas relevantes. Recibe presiones de todo tipo, pero no cede. El tono en ocasiones es el que predomina en los ambientes que investiga. La trama tiene interés, si bien requiere atención para no perderse en los recovecos por los que la acción se desarrolla.

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