Sepetys, Ruta: Lágrimas en el mar.

Novela con un fondo histórico real. La acción se sitúa en 1945, cuando miles de personas huyen de la zona oriental de Alemania ante el temor de la llegada de los rusos. Todavía la guerra se mantiene viva. Huir de allí para quien está en edad militar es correr el riesgo de ser declarado desertor. Los caminos están atestados de personas de toda edad y condición. Algunos dejan al huir objetos que es posible mantener más tiempo. El hambre y el miedo acompañan a los fugitivos. El destino es la costa del Báltico, en donde esperan embarcar. De los personajes que confluyen en el relato hay una enfermera lituana, una chica joven polaca embarazada, un soldado alemán que todavía espera conseguir medallas, un prusiano que lleva escondida la parte esencial de una obra de arte robadas por los nazis, etc. Nadie cuenta su historia completa al resto, pues desconfían del resto. Su destino es un barco, el Wilhelm Gustloff, que partió con diez mil personas a bordo y se hundió a consecuencia del impacto de varios torpedos lanzados desde un submarino. Murieron nueve de cada diez pasajeros. Muchos por el frio en un mar en el que el frío es mortal a los pocos minutos. Ese barco formó parte de una operación de huida de casi dos millones de personas. El viaje es como una trenza de varios hilos con vivencias, sentimientos, amores y visiones del mundo diferentes, ensartadas en el deseo común de huir. El relato está bien construido y la autora se apoya en una tragedia marítima, poco conocida, que le da pie para unir historias creíbles pero que no responden en su totalidad a historias reales. El heroísmo convive con la miseria moral de quien está dispuesto a matar por un trozo de pan.