Vasconcelos, J. M.: Mi planta de Naranja lima.

Ambientada en Brasil, un chico de cinco años nacido en la pobreza, ve el mundo bajo el prisma que su escasa formación y experiencia le permiten. Pero Vasconcelos sabe poner una ternura en el relato que suaviza los momentos difíciles. Un día descubre el dolor que le produce la muerte de la persona a la que más quería. El niño tiene una mezcla de pícaro y con la capacidad de ganarse el afecto de quienes le tratan. Los sucesos de su vida, algunos duros, son vistos como tales, pero sin rencor. El libro supone una crítica al intento de educar mediante castigos físicos. Sus padres, agobiados por la necesidad de sobrevivir descuidan el afecto hacia el niño y se fijan más en los errores que comete que su inocencia; no obstante no es una crítica amarga. El autor sabe encontrar el punto adecuado al enfocar los temas.

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