James, Henry: Retrato de una dama.

Isabel Archer es una joven norteamericana que se va a vivir unos meses con unos parientes en Europa. En Londres pasa una parte de su vida. Su llegada permite descubrir su carácter independiente. Por su belleza, nivel cultural, edad, etc., es pretendida por varias personas para contraer matrimonio. Ella se escuda en que quiere libertad para conocer mundo y con esa finalidad viaja al continente, París, Roma, etc. Tiene un primo de delicada salud, listo bien situado, al que ve como un buen amigo, pero no se plantea verlo como cónyuge. El conocimiento del autor de muchos de los lugares que visita Isabel, le permite encuadrar bien los contextos en los que la acción se desarrolla. En un momento dado encuentra con una herencia inesperada, que le permite una mayor libertad de movimientos y ser pretendida por más personas. Su primo se lleva un disgusto cuando ella le comunica su deseo de casarse con uno de esos pretendientes; una persona sin fortuna pero en la que ve cualidades, reales o no, que otros no perciben. Es engañada por una amiga quien le muestra rasgos de una persona conocida por ambas que quizá no sean tan reales como se los presentan. El tener que tomar decisiones, acertadas o no, le hacen madurar sufriendo. El autor muestra una gran capacidad para el retrato psicológico, la descripción de la interioridad y los anhelos del alma. En la novela se reflejan personajes diversos que muestran la capacidad de James de reflejar el espíritu humano. Se nota la diferencia de costumbres entre Estados Unidos y Europa. La redacción del relato resulta excelente, especialmente en el aspecto más difícil, que es hacer retratos del interior de las variadas personas que aparecen en la novela. Refleja la alta sociedad del cambio de siglo del XIX al XX.