Díaz del Castillo, B. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

El autor, Bernal Díaz del Castillo, participó en la conquista de México. Cuando conoció el libro escrito por López de Gomera, le pareció que atribuía el mérito casi exclusivamente al Cortés y decidió escribir su propio relato. Así como López de Gomera no había cruzado el Atlántico y escribe usando diversas fuentes, él escribe de lo que ha visto y vivido. El relato de Díaz del Castillo es pormenorizado y ofrece detalles que sólo quien los ha visto puede relatarlos. Su descripción del viaje, desde la salida de Cuba al amanecer, poco antes de que su gobernador, Diego Velázquez, pudiera detener la expedición al dudar de la lealtad de Hernán Cortés. No se equivocó en esta suposición, porque adelantada la expedición, Velázquez envió a Narváez con tropas para detener a Cortés, pero tras la victoria de este se unieron ambos ejércitos y juntos conquistan la ciudad de México. Teniendo en su poder al emperador azteca, Cuauhtémoc, Cortés descubre el gran tesoro que este tenía en Tenochtitlan. Cortes no tolera los sacrificios humanos que se ofrecían en los templos aztecas y procuró evitar abusos en el trato con los nativos, si bien no deja dudas sobre quien manda en el territorio conquistado. Durante una expedición que realizó, el capitán que dejó al mando toleró robos y abusos. Cuando regresó Cortés ya no pudo evitar la rebelión azteca, que culminó con la llamada noche triste en la que este y sus hombres deben abandonar la capital con riesgo de sus vidas; murieron 600 soldados por el ataque de guerreros aztecas. Esa noche triste, tuve lugar el 30 de junio de 1520. Contra todo pronóstico, Cortés no abandonó el proyecto y tras rehacer su ejército preparó la conquista de la ciudad usando medios marítimos para batallar desde la laguna que rodea la ciudad. Son muchos los rasgos que hablan de su valor, algunos de su hedonismo y otros de su negativa a aceptar las víctimas humanas que se ofrecían a los dioses aztecas. Se aprecia el Cortés, como en otros conquistadores, el deseo de gloria. Además, sabía que su desobediencia a Velázquez, gobernador de quien dependía, sólo sería aceptada si triunfaba y ofrece un tesoro valioso, como hizo enviando a Carlos I una gran cantidad de oro. Fue nombrado Marqués del valle de Oaxaca, pero no asumió bien que el virreinato de Nuevo México recayera en Antonio de Mendoza y Pacheco. El libro de Bernal Díaz de Castillo fue terminado en 1585, al final de la vida de su autor, si bien no fue publicado hasta 1632. El relato goza de gran credibilidad entre los historiadores.


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