Mutch, Bárbara: La hija de la criada.

Historia ambientada en la región de Karoo en Sudáfrica. Discurre desde 1930 hasta el comienzo del siglo XXI. La historia está narrada a dos voces; una es la señora de la casa, oriunda de Irlanda y que se fue a Sudáfrica para casarse. La otra, es la de Ada Mabuse, hija natural de una criada, mujer negra que trabaja de sirvienta para la familia Harrington. La señora Harrington es una mujer cercana, que descubre las dotes musicales de Ada. La joven aprende a tocar el piano y logra un excelente dominio. Al llegar la Guerra Mundial el hijo varón del matrimonio es movilizado; aunque regresa vivo, las secuelas de la guerra le dejan sumido en una depresión. La labor de Ada para cuidarle está por encima de lo exigible; el joven se muere sin que Ada descubra que el amor que ha sentido el joven hacia ella era un amor esponsal. La otra hija de la familia lleva una vida frívola. Mientras la madre hace un viaje a Johannesburgo para verla, el señor de la casa abusa de Ada, quien en su inocencia considera que debe obedecer a lo que le dice el señor de la casa. Tener una niña mulata y ser madre soltera son estigmas que marcan de por vida. Ada huye y vive en un poblado negro. La señora Harrington descubre la verdad y hace regresar a casa a Ada con su hija. La presión social en el apartheid es fuerte. Los negros son maltratados y muchos recurren a la violencia. Ada sobrevive en ese ambiente, hasta que su hija le dice que se marcha a Johannesburgo. La historia continua hasta que las nietas de la señora y de la criada lleguen a conocerse y vivan bajo el mismo techo, que Ada ha cuidado con esmero. Conjugar historias personales con la ambientación del contexto ayuda a comprender mejor el contenido. Dentro de la situación social injusta no cae en el simplismo; de hecho la señora y la criada, las dos de gran categoría humana, luchan por cambiar ese estilo de vida que estuvo vigente décadas. La novela es un canto de esperanza, personal, colectiva y abierta la trascendencia. La riqueza musical que palpita en sus páginas añade calidad.