Arteaga, Almudena de: María de Molina.

 Arteaga, Almudena de: María de Molina. Ed. Harper Collins, 2023     NOVELA HISTÓRICA

    Novela histórica premiada con el título de un antepasado de los protagonistas, Alfonso X el sabio. La vida de esta mujer está unida a la de Sancho IV, hijo de Alfonso X quien lo comprometió con otra mujer, a pesar de la resistencia del joven; el matrimonio no se consumó y el príncipe quiso casarse con María, de quien está enamorado. Los lazos de parentesco requerían de una dispensa papal, que esperaba tener en breve. La boda tuvo lugar en Toledo, en 1282. El heredero legal era un hermano mayor que Sancho, pero al morir ese, su hermano reclamó la corona. Las dificultades eran muchas; había que lograr la aquiescencia de nobles y villas. La rivalidad con la familia de la Cerda y los López de Haro, la incertidumbre de la alianza de Francia y la de Aragón estaban agravadas por la falta de legitimidad en la unión de Sancho y María, así como por los discutidos derechos de varios pretendientes al trono. María quedó embarazada y Sancho seguía con su empeño de ser reconocidos como reyes legítimos en las diversas poblaciones. Los apoyos, con frecuencia, dependían de los intereses materiales que estuvieran en juego. Los cambios en el solio pontificio no alteraron la situación canónica, si bien durante un tiempo engañaron a María con una bula falsa. El apoyo francés en algún momento pudo facilitar que el Papa diera el visto bueno, pero no fue así. La inestabilidad política era permanente; luchas frecuentes con los musulmanes, con ligeros avances cristianos. Sí avanzaba el reino de Aragón en la zona costera mediterránea. Cuando Sancho IV falleció, María quedó con seis hijos vivos de esa unión y el empeño de defender el derecho al trono de su hijo Fernando, quien tenía 9 años. María se movió buscando apoyos, descubriendo alianzas en su contra; buscó el apoyo de poblaciones y acuerdos con los nobles, pero las arcas reales quedaban vacías. Tras muchas dificultades, su hijo Fernando contrajo matrimonio con Constanza de Portugal, lo que dio lugar a un respiro. Con su hijo proclamado rey en 1301, con el nombre de Fernando IV, se logró la paz con Francia. Pero la vida era más inestable y breve; la muerte era frecuente en las familias. Apenas superó María una grave enfermedad, mueren con poca distancia entre ellos, Fernando y Constanza, en 1312 y 1313 respectivamente. Su hijo no había comenzado con buen pie su reinado, pero no tuvo tiempo de madurar cuando María tiene que volver al primer plano. Cuando fallezca en 1321 María, habrá sido reina consorte, reina madre-tutora y reina-abuela; tutora de quien sería rey con el nombre de Alfonso XI. Al final de su vida vio legitimado su matrimonio, sus descendientes, etc. Vida ajetreada la de una mujer que consideró su deber defender a su familia, en una época en la que ganarse las voluntades de quienes le apoyen se lograba dando tierras o títulos. Es fácil perder el hilo en este relato si el lector no se ciñe a los protagonistas. Tres veces reina se le llama en ocasiones. El relato lo hace amable la autora; describe sin detalles, hechos que se apunta.


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