Ardone, V.: El tren de los niños.
Ardone, V.: El tren de los niños. Ed. Seix Barral, 2022. NARRATIVA
Relato con cierto componente biográfico. La autora es de Nápoles, como el protagonista. El relato comienza en 1946 en esa ciudad. En un barrio en el que abundan niños en la calle y falta pan en muchas casas, vive Amerigo Speranza; es un niño de ocho años; su madre se llama madre Antonietta. El fin de la guerra es reciente y este niño recoge trapos para lograr unas pocas liras; sus amigos son de un perfil con ciertos parecidos. Un día, se corre la voz sobre una iniciativa comunista: organizar un tren para niños que viajarán de Nápoles a Bolonia. Una vez allí, hay familias que les esperan para acogerles unos meses y estén bien alimentados; corren bulos que siembran desconfianza y dudas sobre el final del viaje. El joven Speranza va en esa expedición; su madre le ha despedido con la habitual aparente falta de afecto, que esconde un amor real. Con éste viajan cientos de niños y niñas de edad similar. Amerigo es acogido y atendido por una familia que le atienden con cariño. Meses después, salvo alguno que decide quedarse con la familia de acogida, el resto vuelve. Nuestro protagonista trae, además de paquetes con comida, un violín; en ese tiempo ha recibido clases de música y toca el violín con cierta destreza. A su regreso, la vida vuelve a las rutinas anteriores. Que su madre venda el violín y le oculte que había recibido varias cartas de la familia con la que estuvo, lleva a que su reacción sea coger un tren hacia el norte. Cincuenta años más tarde, siendo un músico de prestigio, regresa al funeral de su madre; se han visto alguna vez en esos años, pero el trato no ha sido frecuente. Los días que pasa en Nápoles le generan un cúmulo de emociones y vuelve a ver a algún conocido de su infancia. La autora muestra el mundo emocional del niño con destreza. También lo hace en la parte final del relato con él y con otras personas. El relato pone el acento en las relaciones humanas. Con las instituciones y personas que aparecen es respetuosa.
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